La actriz y presentadora anuncia que prepara un libro que comenzó a escribir Álex Lequio y que no pudo culminar antes de su muerte
21 jul 2021 . Actualizado a las 23:32 h.Ana Obregón protagoniza de nuevo la portada de la revista ¡Hola!. Durante años, sus posados veraniegos en Mallorca eran verdaderos clásicos. Decidió hacerlos pactados con los fotógrafos, para que así captasen su primer chapuzón en la isla y pudiese pasar el verano lo más tranquila posible con su hijo Álex. Este del 2021 es el segundo que vive sin él. A la muerte de su único hijo, se añadió en mayo la de su madre. «Te voy a decir una cosa: cuando pierdes a un ser querido se llama duelo, pero cuando pierdes a un hijo es un infierno».
La presentadora y actriz anuncia en esa exclusiva que su Álex Lequio estaba escribiendo un libro antes de su fallecimiento, y entre sus planes está que vea la luz aunque no sabe muy bien cómo será. «El verano pasado fue horrible y este, horrible multiplicado por dos, porque aquí estoy, cuidando de mi padre y animándolo y, la verdad, yo no estoy para animar a nadie, estoy más para que me animen a mí. Me está costando la vida», asegura. A corazón abierto, Obregón explica que «he aprendido dos cosas: una, que antes vivía con miedo. Ya no tengo miedo a morirme, es más, si me muero mañana, estaré feliz. Otra es que soy libre por primera vez. A mí ya no me puede pasar ya nada más. Así que soy libre, he conocido la verdadera libertad».
Obregón asegura que desde mayo del 2020, cuando tuvo que despedirse de su hijo, su vida es más simple. Y lo ejemplifica diciendo que cuando preparaba la maleta para pasar en la residencia familiar en Mallorca, metía toda la ropa conjuntada con los complementos. «Ahora veo que todo eso es muy superfluo. En mi maleta he traído quince libros, un bikini, un traje de baño y este pingo que llevo puesto», se sincera en las páginas de la revista.
Ana Obregón muestra en sus declaraciones que sigue viviendo en carne viva la pérdida de su hijo y su madre. «Yo he tocado el cielo y ahora estoy en el infierno», son algunas de sus desgarradoras palabras. Desde la muerte de su hijo Álex Lequio, vive prácticamente recluida y solo ha salido en contadas ocasiones. Participó en la presentación de la programación navideña de La 1, donde fue la encargada de dar unas Campanadas cargadas de esperanza. Hace unos meses se habló de que había un proyecto de una serie en marcha, pero parece que la muerte de su madre ha paralizado de nuevo su vida.
También acudió a recoger un premio Yago y participó como investigadora en Mask Singer, confirmando que Ana Obregón forma parte de la historia de la televisión. Y el escenario de un programa, sea cual sea, y demuestra su profesionalidad sobradamente demostrada. «Durante mi retiro es el único programa que veo», aseguró.
En una publicación en Instagram asegura que el importe de la exclusiva en la revista irá destinado a los niños con cáncer. «Gracias por la entrevista tan difícil en estos momentos y por las fotos tan bonitas en las que no me ha costado sonreír sabiendo que abría mi corazón por una buena causa. Todo irá destinado a la investigación del cáncer de niños y jóvenes @proyectoimperas con la fundación de mi hijo: “Fundación Aless Lequio". La buena noticia es que en septiembre ya estará registrada después de estos meses de burocracia», explicaba.