Díaz-Canel da por «fracasado» el intento de EE.UU. de «destruir Cuba»

Héctor Estepa
héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

La Habana insiste en que no hubo estallido social y culpa a las redes sociales

17 jul 2021 . Actualizado a las 17:19 h.

La Habana culpa a EE.UU. y las redes sociales del estallido de las protestas antigubernamentales surgidas el domingo en 40 urbes de la isla, en demanda de «libertad» y soluciones a la grave crisis económica y sanitaria que vive Cuba, pero considera que el intento ha sido fallido. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aseguró este viernes que Washington «ha fracasado en el empeño de destruir a Cuba» y cuestionó la preocupación del presidente Joe Biden por los cubanos.

Si Biden «tuviera sincera preocupación humanitaria por el pueblo cubano, podría eliminar las 243 medidas aplicadas por el presidente Donald Trump, incluidas las más de 50 impuestas cruelmente durante la pandemia, como primer paso para el cese del bloqueo», escribió Díaz-Canel en Twitter, la red social en la que el régimen ha puesto precisamente el foco de sus críticas.

«Tengo pruebas irrebatibles de que la mayoría de los usuarios que participaron en esta campaña se encontraban en EE.UU. y que utilizaron sistemas automatizados para la viralización de los contenidos, sin ser penalizados por la red social Twitter», ha dicho esta semana el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, quien subrayó que lo sucedido en la isla no es un «estallido social», sino el resultado de una «guerra de comunicación y de información contra Cuba».

La proliferación de Internet ha sido uno de los factores que ha contribuido al surgimiento de las protestas más generalizadas en seis décadas de castrismo, en las que han sido detenidas más de un centenar de personas.

Hasta hace apenas siete años, muy pocos cubanos podían conectarse a la Red en la isla. La situación comenzó a cambiar en el 2014, cuando la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), que controla con mano de hierro la conectividad en el país, empezó a instalar zonas wifi públicas en los parques. El servicio es caro y lento, pero abrió una nueva era en la comunicación cubana y comenzó a facilitarse la instalación de Internet en los hogares. Hace dos años y medio el Gobierno decidió introducir el servicio de Internet para teléfono móvil y, aunque la tarifa sigue siendo cara, millones de cubanos accedieron a la posibilidad de conectarse a la Red.

El servicio de Internet móvil fue el primero en caer cuando estallaron las protestas el domingo y ha sido restablecido solo de forma parcial. Redes sociales y mensajería como WhatsApp, Facebook o Twitter, continúan bloqueadas, denuncian los opositores, aunque muchos han encontrado formas de sortear los cortes, a través otras aplicaciones.

«Internet marcó la diferencia», dijo el activista pro derechos humanos Manuel Cuesta Morúa, desde Cuba, en una conferencia a través de Twitter. «Nunca se dieron protestas tan extensivas, masivas, profundas y populares, y lo que vimos fue gracias a las redes», añadió.

En Miami, un grupo de ciudadanos se concentró para pedir a las autoridades estadounidenses que busquen la manera de proveer de Internet a Cuba, una medida propuesta esta semana por el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis. El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo estar «considerando» si el país tiene «la capacidad tecnológica» para restaurar el acceso a Internet en la isla.

También en Miami, centenares de personas recogen víveres y medicinas con el objetivo de enviarlas a la isla, quizás a través de una flotilla, extremo que ya ha sido criticado tanto por la Guardia Costera de EE.UU. como por el ministro cubano de Exteriores.

Francis Suárez, alcalde cubano descendiente de la urbe estadounidense, en estado de agitación, también, desde el domingo, causó polémica esta semana, al declarar que el Gobierno de Biden debería contemplar la creación de una coalición internacional con capacidad militar para intervenir Cuba, como ya sucedió, en el pasado, en Yugoslavia.

Al ser preguntado si estaba proponiendo bombardear la isla, respondió estar «sugiriendo que esa es una opción que debe ser explorada, y no simplemente descartada».

En la isla, mientras tanto, decenas de familiares de detenidos hacen fila en prisiones y comisarías para saber de sus seres queridos. Hay, al menos, 247 personas arrestadas o desaparecidas, según Amnistía Internacional, aunque las autoridades isleñas dicen que nadie está en paradero desconocido. Tras cuatro días de arresto, este viernes fue excarcelada la periodista y corresponsal de ABC en La Habana, Camila Acosta, quien horas antes de su detención había estado cubriendo las manifestaciones.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU, reclamaron este viernes la liberación de los detenidos y el fin de las sanciones económicas a la isla.