Pícnic en Buckingham por 19 euros

Juan Francisco Alonso LONDRES

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VICKIE FLORES

Isabel II abre las enormes áreas verdes de su residencia oficial

12 jul 2021 . Actualizado a las 09:00 h.

Sentarse en la enorme explanada verde o a las orillas del enorme lago de 1,4 hectáreas que forma parte de los jardines del palacio de Buckingham, para comer un sándwich o tomar una taza de té o una copa de licor ya no es cosa solo de personas de sangre azul. Desde este 9 de julio las áreas verdes de la residencia oficial de la reina Isabel II en Londres están abiertas a todo aquel dispuesto a pagar 16,50 libras (19 euros).

Además de poder realizar un típico pícnic veraniego, los visitantes podrán recorrer las 15 hectáreas de este oasis verde, el cual tradicionalmente solo está disponible para la familia real y para los afortunados que participan en las multitudinarias fiestas que anualmente organiza la soberana y en las que pueden llegar a congregarse más de 8.000 invitados. En dichos ágapes la cocina del palacio llega a servir 27.000 tazas de té, 20.000 sándwiches y 20.000 trozos de pastel, de acuerdo con los datos difundidos por Efe.

Los imponentes árboles que la reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto, plantaron hace casi dos siglos atrás y que llevan sus nombres son una de las atracciones más importantes del vergel. Así como el jardín de las rosas, del que se dice que los jardineros toman flores para hacer un ramo y colocarlo en el escritorio de la reina, cuando ella se encuentra en el palacio.

El muro de flores es otro de los grandes atractivos del jardín, pues no solo tiene más de 100 años de antigüedad, sino que con sus 156 metros de extensión es el más largo del país y cada año es renovado por expertos horticultores.

Más de 60 especies de aves, entre ellas gansos, patos, cisnes y garzas, encuentran refugio cada año en la isla central del estanque. Precisamente en la pequeña isla hay cinco colmenas de abejas reales, las cuales producen alrededor de 230 tarros de miel que son usados en las cocinas reales.

Hasta ahora cada verano la reina abría las puertas de Buckingham a los visitantes para que admiraran su impresionante colección de arte y recorrieran los salones más importantes de su residencia oficial en Londres. Sin embargo, este año decidió extender la oferta en un intento por atraer más personas y así recaudar más fondos.

Debido a la pandemia del covid-19 el palacio sufrió una drástica de caída en el número de visitantes y por supuesto de ingresos por la venta de entradas. Sin embargo, al mismo tiempo los gastos de uno de los iconos británicos más importantes no han parado de crecer. ¿La razón? Buckingham está siendo sometido a un profundo proceso de renovación y restauración, el cual hasta el momento ha devorado 369 millones de libras (431 millones de euros).

Solo el año pasado de las arcas públicas salieron 49,5 millones de libras (57,9 millones de euros) para el mantenimiento de las residencias reales, una cifra que cuadruplicó a los 11,2 millones de libras (13,1 millones de euros) que en 2019 fueron destinados para el mismo fin. Se estima que el aumento se debió a las obras de la enorme residencia real, la cual tiene 775 habitaciones, incluidos 52 apartamentos reales y habitaciones de huéspedes, 188 baños para el personal y 92 oficinas.

Los trabajos en Buckingham son los más importantes que se realizan desde el fin de la II Guerra Mundial, han asegurado a la prensa local funcionarios de la Casa Real, los cuales han indicado que los mismos no solo buscan restaurar el techo, sino reemplazar y modernizar todas las cañerías y el sistema eléctrico. Se espera que el grueso de las obras sean concluidas para el 2022, cuando Isabel II cumplirá 70 años en el trono.

Las expectativas son alentadoras. El grueso de las entradas se agotó ya y los funcionarios del palacio estiman que recibirán a unas 100.000 personas.