La princesa asegura que una fuerte infección de oídos, nariz y garganta le impide regresar al principado para su décimo aniversario de boda
26 jun 2021 . Actualizado a las 19:50 h.Desde el mismo día de su boda con Alberto de Mónaco, Charlene Wittstock se ha ganado el título de princesa a la fuga. Y en el mismo punto sigue diez años después debido a su comentada ausencia del principado, donde hace meses dejó a su marido y a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, y todavía no ha vuelto. La última aparición pública de Charlene fue en marzo en Sudáfrica, donde asistió al funeral del rey de los zulúes. También publicó desde allí algunas imágenes denunciando la caza furtiva de rinocerontes. Desde entonces, apenas se supo nada de ella. Ni en el Gran Premio de Mónaco ni en ninguna de las citas señaladas en el calendario del principado estuvo al lado del príncipe. En la tradicional noche de San Juan, Alberto salió al balcón de palacio acompañado solo por sus hijos. Hace unos días, la revista alemana Bunte fue la primera en avivar los rumores de distanciamiento en el matrimonio al asegurar que la prolongada escapada de la exnadadora era fruto de una fuerte crisis en la pareja. Como las murmuraciones crecían, la princesa emitió un comunicado a través de su fundación para dar sus argumentos y explicar su situación. Según afirma, la princesa contrajo en Sudáfrica una fuerte infección de oídos, nariz y garganta que, por prescripción médica, le ha impedido viajar en todo este tiempo y la ha obligado a seguir «múltiples y complicados procedimientos». Esta misma semana, sostiene, se sometió a una operación quirúrgica. La princesa ya descarta la posibilidad de recuperarse a tiempo y estar de vuelta en casa para su décimo aniversario de boda, el 1 de julio. «Este año será el primero que no estaré con mi marido en nuestro aniversario en julio, lo que es difícil y me entristece. Sin embargo, Alberto y yo no teníamos otra opción que seguir las instrucciones del equipo médico, aunque es extremadamente difícil. Él ha sido el apoyo más increíble para mí», afirma. Mientras, asegura, habla con su familia todos los días y sigue en Sudáfrica, donde residen su padre y un hermano. Una imagen que publicó en su perfil de redes sociales a principios de junio constata que tanto Alberto como sus hijos hicieron una escapada al país para visitarla.
Certificado de nacimiento
Meghan aparca su título, pero el príncipe Enrique todavía lo usa. Los medios norteamericanos han tenido acceso al certificado de nacimiento de Lilibeth Diana, la segunda hija de los duques de Sussex, y el documento oficial revela la diferente manera en que los padres afrontan su nueva vida lejos de la familia real. En el apartado del formulario donde se hace constar el nombre de los padres, el príncipe Enrique se inscribió como «duque de Sussex, su alteza real». Sin embargo, en el apartado de la madre consta tan solo el nombre propio completo: «Rachel Meghan Markle». El cambio de actitud es claro en el caso de la exactriz, que en el documento de su primer hijo, Archie, se identificó «Rachel Meghan su alteza real la duquesa de Sussex».
Título hereditario
Álvaro Falcó, marqués de Cubas. Igual que su prima Tamara Falcó se ha convertido en marquesa de Griñón tras las muerte de su padre, Carlos Falcó, ahora es Álvaro Falcó Chávarri el que ha heredado el título de marques de Cubas de su padre, fallecido el pasado 20 de octubre. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ya ha hecho pública la sucesión del título nobiliario a favor de su hijo. Muy discreto con su vida personal y menos aficionado a los actos públicos y las cámaras que Tamara Falcó, el nuevo marqués forma pareja estable con Isabelle Junot, trabaja en el departamento comercial de una empresa de marketing digital y gestiona varias actividades empresariales.