Timmermans presiona a la Unión Europea para que obligue a Hungría a ir «en otra dirección»
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El vicepresidente de la Comisión Europea acusa a Orbán de querer «meterse en el bolsillo» los fondos europeos sin respetar los «valores fundamentales» de la UE.
26 jun 2021 . Actualizado a las 17:10 h.El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, instó este sábado a oponerse al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, por ignorar los «valores fundamentales» de la Unión Europea (UE) en lo que afecta al colectivo LGTBI y pidió un cambio político en Budapest. «Tenemos que decir ‘No a Orbán'. Tenemos que asegurarnos de que Hungría vaya en otra dirección», aseguró en un encuentro del Partido de los Socialistas Europeos (PSE) que celebrado en Berlín. Tras referirse al plan de recuperación y al pacto verde, Timmermans indicó que todo esto serían solo «palabras vacías» si no se respetan los «valores fundamentales» de la UE.
El vicepresidente de la CE acusó a Orbán de tratar de «meterse en el bolsillo» los fondos europeos, para él «y sus amigos», mientras su pueblo se queda «atrás», además de «no respetar los valores fundamentales» del bloque. Los húngaros se encuentran «en el más profundo de los problemas con este hombre», afirmó Timmermans, que animó a mostrar «solidaridad» con el pueblo húngaro.
Su ataque a Orbán sigue a una difícil cumbre europea en la que el primer ministro húngaro fue abiertamente criticado por una mayoría de sus homólogos comunitarios por la aprobación de una ley homófoba que prohíbe hablar de la orientación sexual en escuelas.
Las críticas partieron de líderes como el portugués António Costa, el español Pedro Sánchez, el francés Emmanuel Macron, la alemana Angela Merkel y el luxemburgués Xavier Bettel. Solo Polonia y Eslovenia, y de alguna forma Lituania, defendieron a Hungría.
El tema siguió apareciendo a lo largo de la jornada. La vicepresidenta del Parlamento Europeo, la socialdemócrata alemana Katarina Barley, consideró que no se puede estar lo suficientemente alerta con la deriva de Hungría, pero también de Polonia y Eslovenia.
«Algunos socios han abandonado las bases. Hablo de Hungría y Polonia, pero también Eslovenia está siguiendo últimamente el mismo camino. Están en juego los valores fundamentales», alertó.