Los objetos hallados a 1.000 metros de profundidad por el barco gallego son del padre de las niñas desaparecidas en Tenerife
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La botella de oxígeno y una funda nórdica encontradas este lunes por el buque oceanográfico Ángeles Alvariño son de Tomás Gimeno y serán trasladadas al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid para analizarlos
09 jun 2021 . Actualizado a las 16:31 h.Los objetos encontrados este lunes por el buque oceanográfico Ángeles Alvariño, que rastrea la costa de Tenerife en busca de las niñas Anna y Olivia, pertenecen al padre de las menores, Tomás Gimeno, desaparecido con ellas el pasado 27 de abril, han informado a Efe fuentes próximas a la investigación.
Lo encontrado bajo el mar fue una botella de oxígeno y una funda nórdica. Las mismas fuentes han indicado a Efe que efectivamente estos dos objetos son del padre y que serán trasladados al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid para analizarlos.
Ante estos hallazgos, el buque oceanográfico, que terminaba hoy las labores de rastreo, continuará al menos hasta el próximo día 14 en función de cómo evoluciona la búsqueda. Este buque, que dispone de un sonar y un robot submarino, trabaja ininterrumpidamente durante el día y la noche y, desde que se incorporó a la búsqueda de las niñas y su padre, ha realizado un rastreo en una superficie de unas diez millas cuadradas (34 Km2).
La zona elegida para realizar el rastreo en el mar fue consensuada por la tripulación del Ángeles Alvariño y por la Guardia Civil a partir del geoposicionamiento del móvil de Tomás Antonio Gimeno la noche del 27 de abril, cuando se hizo a la mar en dos ocasiones. En ambas, zarpó solo, sin la compañía de sus hijas, y fue visto embarcando varias maletas y bolsas que había traído en su coche.
«Complejidad» del rastreo
La Guardia Civil analizará si la funda nórdica y la botella de buceo que encontraron este lunes a 1.000 metros de profundidad en aguas de Tenerife pertenece al padre de las pequeñas, que era aficionado a la pesca submarina. Así lo ha confirmado este martes la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, a preguntas de los periodistas tras presentar los resultados de una operación.
Gámez considera que hay que tener en cuenta la «complejidad» del rastreo, ya que se trata de una zona de búsqueda «amplia» y los objetos se localizaron a unos 1.000 metros de profundidad, razón por la que tuvieron que recurrir al Instituto Oceanográfico para poder disponer de dichos medios, informa Europa Press.
Ha confirmado que continuará con la búsqueda y con estos medios hasta, al menos, el próximo 14 de junio «por si se pudiera localizar algún indicio más que arroje pistas sobre el paradero de las niñas».
El buque oceanográfico realiza la inspección marina en la zona donde la lancha de Tomás Gimeno fue encontrada a la deriva, a una milla náutica del Puertito de Güímar. Su misión es radiografiar el fondo marino con el sonar para tratar de identificar algún objeto extraño y, si es posible, subirlo a la superficie con el robot submarino.
En la investigación participan también efectivos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), sumando cada día a más de setenta personas de medios aéreos y marítimos, además de terrestres.
Sobre la investigación pesa el secreto de sumario y ha incluido varios registros en la finca de Tomás Gimeno, situada en Igueste de Candelaria, las últimas ocasiones contando con el apoyo de una unidad canina desplazada desde Madrid.