El hallazgo deja al descubierto la dolorosa herida del pasado racista y genocida del país
30 may 2021 . Actualizado a las 09:36 h.Canadá se despertó ayer con el descubrimiento de los restos de 215 niños indígenas enterrados en un antigua escuela, donde eran internados a la fuerza. El hallazgo deja al descubierto la dolorosa herida del pasado racista y genocida del país. Los cuerpos corresponden a menores desaparecidos, cuyas muertes nunca fueron documentadas, señaló Rosanne Casimir, jefa de los tk'emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la provincia de la Columbia Británica. «Algunos tenían solo tres años», añadió.
Los forenses ya trabajan en la Escuela Residencial India Kamloops para determinar la causa y la fecha de las muertes. Este tipo de internados se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar a la fuerza a los jóvenes indios y estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas.
La de Kamloops era la más grande del país, abierta en 1890 bajo una administración católica, y llegó a acoger a unos 500 estudiantes en su momento álgido, en la década de los 50. En 1969 el Gobierno federal asumió su gestión y la convirtió en residencia de estudiantes y así funcionó hasta su cierre, en 1978.
Entre 1863 y 1998 se calcula que más de 150.000 menores indígenas fueron arrancados de sus hogares e internados en estos colegios para que olvidasen sus costumbres y lenguas aborígenes. En muchos casos, los niños sufrieron abusos físicos, sexuales y psicológicos sistemáticos, incluidas torturas y experimentos «científicos».
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reconoció estos hechos como un «doloroso recordatorio» de «un capítulo vergonzoso de la historia de nuestro país».