Tres años de choques y avisos entre Rabat y Madrid con el flujo migratorio como arma

La Voz REDACCIÓN

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Los desencuentros marcan la relación de Sánchez con Marruecos

19 may 2021 . Actualizado a las 10:28 h.

Desde que Pedro Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno en junio del 2018 —primero en solitario con el apoyo de la bancada socialista y de los socios de la moción de censura contra Mariano Rajoy y, desde enero del 2020, en coalición con Unidas Podemos—, la siempre delicada relación entre España y Marruecos ha estado marcada por una serie de desencuentros y choques, con el Sáhara Occidental y el flujo migratorio como principales causas de la creciente tensión.

primer tropiezo

Viaje oficial a París en lugar de a Rabat. No empezó bien Pedro Sánchez su andadura diplomática con Rabat. Tradicionalmente, el primer viaje oficial del presidente del Gobierno español cuando se estrena en el cargo es a Marruecos, para fijar como prioridad absoluta su relación de buena vecindad. Sin embargo, Sánchez prefirió dejar su visita oficial a Rabat para el segundo semestre y debutó con un viaje a París y Berlín, para entrevistarse con Macron y Merkel. Paradójicamente, el tema a tratar fue la presión migratoria en las fronteras de la UE.

gesto de trump

Reconocimiento del Sáhara Occidental como territorio marroquí. Al final de su mandato, el presidente estadounidense Donald Trump reconoció el Sáhara Occidental como territorio soberano marroquí tras el establecimiento de relaciones entre Marruecos e Israel (gracias a los llamados acuerdos Abraham). Rabat presiona desde entonces a la Unión Europea para que se sume a las tesis «realistas» de Washington sobre el Sáhara Occidental, aunque Berlín, en la línea de Madrid, se resiste a dar este paso. Por ahora, Biden tampoco ha movido ficha para revertir esta medida de su antecesor.

LA ETERNA POLÉMICA

Reclamación de Ceuta y Melilla. «Ceuta y Melilla son españolas. No hay tema». El Gobierno respondía así, el pasado 22 de diciembre, sin las habituales florituras diplomáticas, a las palabras del primer ministro marroquí, Saadedin Otmani, que había señalado que ambas ciudades «son territorios marroquíes, como el Sáhara» y que esta cuestión territorial «lleva en suspenso cinco o seis siglos, pero algún día podría abrirse».

Un agente del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de Ceuta rescató a este bebé de apenas unos meses de vida
Un agente del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de Ceuta rescató a este bebé de apenas unos meses de vida @guardiacivil

tensión diplomática

Aplazamiento de la cumbre. También en diciembre del 2020, España y Marruecos suspendieron la celebración de su reunión de alto nivel esgrimiendo como razón el repunte de la pandemia, aunque el coronavirus no impidió, sin embargo, que solo un mes después, Marruecos recibiera con todos los honores a una delegación del Gobierno estadounidense que viajó a la ciudad saharaui de Dajla. En el trasfondo estaban las manifestaciones del entonces vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, favorables a la celebración del referendo de autodeterminación en el Sáhara Occidental en cumplimiento de la resolución de Naciones Unidas. La postura a favor de los saharauis es compartida por buena parte de los socios de investidura de Sánchez.

EL ÚLTIMO CHOQUE

Acogida del líder del Polisario en España. El pasado abril estalló el último choque entre Rabat y Madrid. El Gobierno marroquí mostró su «decepción» por la decisión de acoger al líder del Polisario, Brahim Ghali, hospitalizado en Logroño para recibir tratamiento contra el coronavirus. Tras expresar su malestar por no haber sido informados, los mandatarios marroquíes anunciaron «consecuencias». Una semana después, se produjo la avalancha de inmigrantes en la frontera de Ceuta.