Un estudio señala que tienen reacciones positivas ante ese tipo de publicidad
09 may 2021 . Actualizado a las 18:19 h.Los anuncios de marcas de bebidas alcohólicas atraen a los adolescentes menores de edad y les hacen más proclives a iniciarse en el consumo o a beber más. Tal y como informa Efe, lo dice un estudio británico publicado en la revista de Oxford Alcohol & Alcoholism y que ha ahondado la preocupación entre los expertos en España.
El estudio británico, elaborado desde el Institute of Alcohol Studies (IAS) y el departamento de Adicciones del King's College, se basa en una entrevista a 2.582 jóvenes de entre 11 y 17 años en el Reino Unido, a los que se mostraron tres anuncios de marcas de bebidas alcohólicas, de la cerveza Fosters Radler, el wisky Haig Club Clubman y el vodka Smirnoff.
La mitad de los adolescentes encuestados tuvo reacciones positivas a los anuncios de Smirnoff (52 %) y Fosters (53 %) y un tercio, concretamente el 34 %, tuvo una reacción positiva al anuncio de Haig Club. En los tres anuncios, según el estudio, las reacciones positivas de los menores se asociaron a 1,5 veces más de probabilidades de ser susceptible de beber alcohol entre los 1.500 adolescentes que nunca habían bebido.
Entre los menores ya bebedores de alcohol (900), las reacciones positivas a los anuncios de Radler y High Club se asociaron con un 1,4 veces más de probabilidades de ser un bebedor de mayor riesgo.
En definitiva, los autores del estudio concluyen que estos anuncios de bebidas alcohólicas atraen mayoritariamente a los adolescentes menores de edad y sus reacciones se asociaron a ser más proclives a iniciarse en la ingesta de bebidas alcohólicas o a beber más de lo que ya lo hacían hasta ahora.
El estudio ha sido elaborado por los investigadores S.Boniface, N. Critchlow, K. Severi, A.M. MacKintosh, L. Jooper. C. Thomas y J.Vora, provenientes de instituciones como el Instituto británico de Estudios sobre el Alcohol, el departamento de Adicciones del King's College de Londres, el Instituto de Marketing Social y Salud de la Universidad de Stirling y el Centro de Investigación del Cáncer del Reino Unido.
La doctora en Biomedicina y epidemióloga Marina Bosque, que forma parte de la Red de Trastornos Adictivos (RETICS) y del grupo de trabajo sobre alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología, ha explicado a Efe que este estudio certifica la atracción de los menores por los anuncios de bebidas alcohólicas.
«En nuestro contexto, toda la población, incluidas las personas menores de edad, está expuesta continuamente a la promoción y la publicidad de bebidas alcohólicas. Esta exposición recurrente contribuye a normalizar el consumo y a banalizar las posibles consecuencias, especialmente en la población más joven», ha subrayado Bosque, de la Universitat Oberta de Catalunya.
La epidemióloga alerta que las regulaciones existentes en España con relación al control del consumo de alcohol son «de las más laxas a nivel europeo, por lo que existe margen de mejora».
«Hace unos años que se está intentando desarrollar una ley sobre alcohol y menores -añade- pero todavía no ha sido aprobada. Hay que tener presente que somos un país productor de alcohol y esto no ayuda ni a las políticas ni a concienciar la población. El consumo de alcohol está muy normalizado y la exposición al mismo a través de los medios es enorme. Además, muchos eventos deportivos y sociales y algunos programas en medios de comunicación son patrocinados por la industria de las bebidas alcohólicas».
Para Bosque, la evidencia científica indica que existen medidas que permitirían reducir significativamente el consumo de alcohol entre los menores: «La reducción de la accesibilidad (subida de tasas y precios mínimos) y disponibilidad (control estricto de la venta y consumo a menores), la prohibición de la publicidad y promoción (limitar la presencia de marcas y logotipos), así como del patrocinio de actividades de ocio por la industria alcohólica».
Pero uno de los grandes escollos en España para afrontar estas cuestiones es la influencia de la industria, recuerda Bosque, por lo que augura una «lucha más complicada que la del tabaco».