Kevin David Lehmann, el millonario más joven del mundo

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Con apenas 18 años, el alemán atesora un patrimonio de 2.800 millones de euros, según la revista Forbes

25 abr 2021 . Actualizado a las 18:53 h.

Poco es lo que se sabe de él. Es más, de no ser por Forbes y su ya tradicional lista de los milmillonarios más jóvenes del planeta, probablemente seguiría siendo un total desconocido para el común de los mortales. Pero ese ránking lo ha sacado del anonimato. Momentáneamente, al menos. Se llama Kevin David Lehmann, tiene solo 18 años y acumula una fortuna de 3.300 millones de dólares (unos 2.800 millones de euros), lo que lo convierte en el joven con más posibles del mundo. Con su ascenso, que tiene mucho que ver con eso de cumplir la mayoría de edad, ha desbancado a la mismísima Kylie Jenner, modelo, empresaria y estrella de la televisión estadounidense. Hermana de Kim Kardashian, para más señas.

Como probablemente habrán adivinado ya, no es el joven Lehmann lo que se dice un hombre hecho a sí mismo. De esos que levantan un imperio de la nada. Lo suyo es de familia. De una de las más acaudaladas de Alemania, concretamente. Dueños de una de las cadenas de droguerías y parafarmacias más populares en tierras teutonas: dm. Son las siglas de Drogerie Markt, empresa que, con una facturación anual que ronda los 12.000 millones de euros, emplea a 62.600 trabajadores en sus más de 3.700 tiendas repartidas por buena parte del territorio europeo y a otros 3.100 en sus centros de distribución. Además de en Alemania, está presente en Austria, Hungría, la República Checa, Eslovaquia, Croacia, Serbia, Bosnia, Rumanía, Bulgaria, Macedonia del Norte e Italia.

Pues bien, el joven Kevin posee una buena tajada de la cadena. Se la legó su padre, Guenther Lehmann, hace cuatro años, cuando el retoño era solo un adolescente. Tenía 14 años. Aunque, eso sí, para que accediera a ella tras cumplir la mayoría de edad. Lo hizo en septiembre pasado. Lo curioso de todo esto es que ninguno de los Lehmann ha trabajado nunca en la empresa con la que se han hecho ricos. Jamás han participado en la gestión de la compañía. Eso lo hace otra familia. La de los fundadores: los Werner, que crearon la firma en 1973. Ese año abrieron la primera tienda en la ciudad de Karlsruhe, en el sudoeste de Alemania. Al año siguiente se les unió en la aventura un empresario local: el padre de Kevin. La saga tenía una cadena de supermercados, Pfannkuch, fundada en los últimos años del siglo XIX y que llegó a tener 120 establecimientos antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial.

La decisión de los Lehmann de invertir en las droguerías resultó de lo más acertada. Tan bien le iban las cosas y tan rentable estaba resultando su inversión, que en 1998 le vendieron los supermercados a la neerlandesa SPAR. Fue entonces cuando se hicieron millonarios. Y hasta hoy. Según Forbes, el padre tiene ahora una fortuna que ronda los 2.700 millones de euros, y ocupa el puesto 616 en el ránking de los más acaudalados del planeta.

Ninguno de ellos es amigo de las apariciones públicas. Huyen de la notoriedad todo lo que pueden y más. Hasta tal punto es así que, en el caso del joven Kevin, ni siquiera se sabe si reside o no en Alemania. Y tampoco se puede afirmar a ciencia cierta si la foto que aparece en el perfil de sus redes sociales y que ha servido de base para la elaboración de la caricatura que acompaña estas líneas es realmente la suya.

Harina de otro costal son sus socios en el negocio. Empezando por el patriarca de la saga, Götz Werner, el fundador de dm. Con 77 años, hace ya algún tiempo que decidió dar un paso atrás y cederle el testigo a su hijo Christoph, quien ocupa la presidencia de la compañía desde el 2019. Götz, también filósofo, está dedicado de lleno a las labores sociales desde la fundación que creó hace ya años y a la que ha cedido la mitad de su fortuna. Su idea más preciada, la de una renta universal para todos los ciudadanos, financiada a través del IVA. Unos 800 euros al mes. En ello anda.

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