El juez del caso Villarejo imputa a Brufau y Fainé por el espionaje al expresidente de Sacyr
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Aprecia indicios de que hubo «confluencia de intereses» y una «actuación conjunta»
15 abr 2021 . Actualizado a las 19:26 h.El juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso Villarejo acordó ayer citar como investigados al presidente de Repsol, Antonio Brufau, y al expresidente de Caixabank Isidro Fainé. El magistrado Manuel García-Castellón secunda la petición de la Fiscalía Anticorrupción al apreciar indicios de presunto cohecho en el marco de la pieza separada número 21, relativa a los servicios contratados por ambas empresas al comisario jubilado José Manuel Villarejo para que espiara presuntamente en el 2011 a Luis del Rivero, entonces máximo responsable de Sacyr Vallehermoso.
Junto a Brufau y Fainé, el titular del Juzgado Central de Instrucción número seis llama también a declarar como investigados a los directivos de Repsol Luis Suárez de Lezo, Juan de Amunátegui y Joaquín Uris, y al ex director general de medios de Caixabank, Antonio Massanell.
En su informe remitido al juzgado la semana pasada, Anticorrupción señala que existen indicios de que los ahora investigados pudieron cometer un delito de cohecho activo. La primera decisión de trascendencia en esta pieza fue adoptada en noviembre del 2020, cuando el juez acordó imputar al que fuera director de Seguridad Corporativa de Repsol, Rafael Araujo, y al ex jefe de Seguridad de CaixaBank, Miguel Ángel Fernández Rancaño, ambos comisarios de la Policía Nacional —uno en excedencia y otro jubilado— por su supuesta implicación en esos encargos a Villarejo. A ellos sumaba la citación como investigados del propio comisario jubilado, de su socio Rafael Redondo y del ex subdirector de Seguridad de Repsol, Rafael Girona, por delitos de cohecho y descubrimiento y revelación de secretos. En su declaración en diciembre del año pasado, Fernández Rancaño dio por supuesto que Fainé estaba al tanto de estos trabajos contra Sacyr, denominados «Proyecto Wine». «Los servicios contratados tendrían como objetivo salvaguardar los intereses de ambos clientes (Repsol y Caixabank), que aparecen como aliados empresariales en un contexto de pugna entre accionistas de referencia para tomar el control de la compañía energética», explicó el magistrado en su auto.
Así, se trata de esclarecer si ambas compañías recurrieron al comisario en el 2011 para evitar que mediante un acuerdo con la petrolera mexicana Pemex, otro de los grandes accionistas de Repsol, Sacyr se hiciese con el control del Consejo de Administración presidido por Antonio Brufau. De probarse, Villarejo habría investigado por encargo una vez más a Luis Del Rivero, como hiciera para el BBVA.
Facturas por 413.000 euros
El juez explicaba que esa maniobra de Sacyr fue detectada por Repsol, y con la ayuda de CaixaBank, paralizaron de manera temporal el desarrollo del plan elaborado por Del Rivero retirándolo de la presidencia de Sacyr, y haciendo lo mismo con su hijo y con uno de sus colaboradores clave: Rodrigo Álvarez, que era el encargado de Seguridad.
Como en otras piezas separadas de la causa, las diligencias se iniciaron gracias a la documentación que atesoraban tanto el comisario como su socio Rafael Redondo en sus domicilios y que fue intervenida en noviembre del 2017, tras la detención de ambos.
En ese contexto de pugnas por el control de la multinacional es cuando entra en juego Cenyt con el «Proyecto Wine», en el que debe investigar a Del Rivero (al que se le denomina «LR, Rio o River»), a su esposa Natividad Martínez, a Rodrigo Álvarez (al que llamaban «Cid»), y a Fernando Ramírez (denominado «Maza»). Asimismo, en la contratación de los servicios de Villarejo se solicitó también recabar información de la petrolera Pemex, que días antes de conocerse la estrategia de Sacyr realizó una compra de acciones de Repsol.
En los registros domiciliarios se encontraron cuatro facturas derivadas de este encargo por un importe total de más de 280.000 euros, que fueron abonadas por Repsol y CaixaBank en una cuenta de Cenyt. Los investigadores descubrieron de forma posterior hasta siete abonos en otras dos cuentas de Cenyt cuyo montante ascendería a 413.600 euros.