La imagen de una ballena que revela la terrible realidad de los océanos

ACTUALIDAD

Una de las ballenas de Edén abriendo la boca con cientos de peces que saltaron dentro presa del pánico
Una de las ballenas de Edén abriendo la boca con cientos de peces que saltaron dentro presa del pánico BBC Earth

La nueva serie de la BBC «Planeta Perfecto» muestra una conducta inédita por parte de estos mamíferos

25 may 2021 . Actualizado a las 15:33 h.

«Esta es la historia más importante de nuestro tiempo». Así arranca el naturalista inglés David Attenborough en la serie Planeta Perfecto. La nueva producción de la BBC (Movistar +) no ha reparado en gastos y esfuerzo para retratar en cinco episodios las fuerzas naturales que sustentan la vida en la Tierra: los volcanes, los océanos, el tiempo y el Sol. 

Es seña de identidad de la cadena británica mostrar especies exóticas en los rincones más inhóspitos. Esta vez se ha superado con la secuencia de los flamencos anidando en el lago Natron, en Tanzania, uno de los lugares más extremos del mundo. «Este evento solo ocurre una vez cada cinco años aproximadamente y sin previo aviso. Las tomas con drones de miles de flamencos en reproducción en el sobrenatural lago Natron, con el imponente volcán de Ol Doinyo Lengai al fondo, son Rembrandt», confiesa Huw Cordey, productor ejecutivo de la serie.

El último episodio describe un nuevo tipo de fuerza poderosa. El capítulo se llama Ser humano y explica cómo la actividad antropogénica está alterando el orden natural de la Tierra. «Estamos perdiendo especies a un ritmo 1.000 veces más rápido de lo que se consideraría normal. Es por eso que muchos científicos ahora creen que estamos ante una sexta extinción masiva. La biosfera de la Tierra es una burbuja cerrada que flota a través del espacio y que contiene a todos los seres vivos. A medida que liberamos grandes cantidades de dióxido de carbono en el sistema, este gas altera el equilibrio en la atmósfera y los océanos, afectando a toda la vida, incluyéndonos a nosotros», apunta.

La serie de la BBC ha captado, además, una secuencia inédita que ilustra los cambios profundos que se están produciendo en los océanos debido a la actividad humana y cómo algunas de las especies más inteligentes tienen que adaptarse para sobrevivir. Las protagonistas de la escena son un grupo de ballenas de Edén (o rorcual tropical) que habitan en las aguas del golfo de Tailandia. «La contaminación agrícola, principalmente por la escorrentía de fertilizantes, fluye hacia el mar, fertilizando el plancton y causando enormes floraciones de algas. Esto suena bien, pero cuando las flores mueren, se hunden hasta el fondo del océano y se descomponen, formando una capa de agua estancada que carece de oxígeno. Esto es particularmente malo para los peces, que necesitan oxígeno para respirar, por lo que ahora la vida de los peces se encuentra restringida a la superficie del océano, donde la acción de mezcla de las olas y el oleaje disuelven el oxígeno en el agua», explica Cordey.

A lo largo de millones de años, las ballenas han recorrido todos los mares del planeta buscando grandes bancos de peces. Una vez localizados suelen lanzarse hacia el grupo de peces con su boca bien abierta. En el caso de la ballena azul, puede llegar a ingerir toneladas de un solo bocado. Sin embargo, las ballenas del golfo de Tailandia han tenido que desarrollar una técnica de caza acorde a las nuevas condiciones. «Simplemente se cuelgan de la superficie del agua esperando con la boca abierta y los peces, presas del pánico, saltan directamente. La comunidad científica cree que esta técnica de alimentación es particularmente efectiva porque los peces no pueden escapar a aguas más profundas debido a la falta de oxígeno», añade.

En los últimos cinco años el éxito de audiencia que han cosechado Planeta Tierra II y Planeta Azul II en todo el mundo ha despertado un movimiento medioambiental que la ciencia ha bautizado como El efecto Attenborough. «Espero que Planeta Perfecto le brinde a la gente una comprensión más profunda del impacto que estamos ocasionando en la biosfera y que si queremos que la Tierra conserve su capacidad para sostener la vida, debemos cambiar radicalmente nuestra trayectoria destructiva actual», concluye.