El Gobierno negoció pronto, diversificó y no apostó todo a una marca
21 mar 2021 . Actualizado a las 10:13 h.Chile se convirtió en el país que más rápido vacuna del mundo. El Estado andino promedió la aplicación de 1,08 dosis diarias por cada 100.000 habitantes en los siete días previos, superando al hasta entonces líder mundial, Israel, que aplicó 1,03 dosis diarias. Su ritmo de vacunación ha continuado siendo muy elevado los días posteriores. En un día se han llegado a alcanzar las 381.000 inoculaciones. El 25 % de los chilenos (más de seis millones de personas) ya ha recibido, al menos, una dosis. El objetivo es que el 80 % de la población esté inmunizada a finales de junio.
¿Qué hay detrás de las cifras récord de Chile? Quienes han seguido el proceso de negociación de las vacunas destacan dos factores: un inicio de charlas con los potenciales distribuidores muy temprano, y una diversificación de portafolio, sin vetar a laboratorio o país alguno y sin apostarlo todo a una marca concreta.
Las primeras conversaciones con las farmacéuticas y los países que estaban desarrollando vacunas tuvieron lugar en mayo, en un trabajo conjunto de diversos organismos gubernamentales.
«Las conversaciones con las empresas extranjeras se iniciaron a través del ministerio de Salud, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el ministerio de Ciencias. Un trabajo tripartito y el liderazgo del presidente Sebastián Piñera», comentó recientemente a la W Radio colombiana el ministro de Salud, Enrique París.
Chile se adelantó así a buena parte de los países del mundo, pero, además, certificó su interés autorizando la ejecución de pruebas de fase 3 en su territorio de marcas como AstraZeneca, Johnson & Johnson, y las chinas Sinovac y CanSino. Eso permitió negociar preferentemente las dosis.
El proceso chileno supone una gran apuesta por la vacuna china, cuyo uso no ha sido aprobado ni en EE.UU. ni en la Unión Europea. Sinovac es la marca más administrada en el país andino. «Nos han llegado a Chile 10.915.000 vacunas. Ya se han usado más de la mitad. De esas, 943.000 fueron de Pfizer Bion Tech y 9.971.000 de Sinovac», desveló el ministro Paris.
La vacuna china fue recibida por escepticismo por parte de la población, pero los acuerdos de colaboración de las universidades chilenas con China y Sinovac ayudaron a mejorar su imagen.
Pero las vacunas, además de recibirlas, hay que ser capaz de administrarlas de forma rápida. Chile, cuyo modelo de salud público privado ha sido muy criticado recientemente, apostó por su amplia red pública de centros de atención primaria para distribuir las dosis, de forma exitosa.
Su registro electrónico y su claro calendario de vacunación facilitó la logística. Un chileno sabe exactamente y con mucha antelación qué día le toca vacunarse a su rango poblacional. No tiene siquiera que pedir cita para acceder a la dosis, ni tampoco estar en su ciudad. Puede acudir a cualquier centro, prácticamente seguro de que su nombre estará en el registro.
La vacunación masiva está coincidiendo en Chile con un gran crecimiento de la incidencia de la pandemia. Las autoridades han advertido que no hay que relajar las medidas de protección ordinarias.