El FMI teme que la pandemia acabe con una «generación perdida»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Álex Zea

El impacto del confinamiento y la desigual recuperación amenazan con agrandar las brechas entre países

06 feb 2021 . Actualizado a las 17:34 h.

La pandemia se ha llevado por delante muchas vidas de la generación de posguerra y está a punto de segar las expectativas de futuro de otra que apenas había puesto los pies en el mercado laboral. El Fondo Monetario Internacional (FMI) teme que esta crisis acabe con una «generación perdida» debido al impacto del confinamiento en la economía y las perspectivas de una recuperación desigual entre países. 

El mundo está ante las puertas de «una década» perdida, dada la «enorme divergencia» en los distintos países en la recuperación económica y en el acceso a las vacunas, advirtió esta semana la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva. «El año pasado el gran riesgo económico fue el confinamiento. Ahora son las grandes divergencias y la recuperación desigual», subrayó a Efe.

Este escenario preocupa a la Unión Europea, donde apenas se ha podido absorber el impacto de la anterior crisis financiera, que obligó a España a echar mano de la temporalidad para recuperarse. Y lo consiguió, pero a costa de precarizar los contratos de las generaciones más jóvenes. El temor a que la pandemia cercene de nuevo el futuro de una generación también se extiende a los países en desarrollo, donde el FMI alerta del creciente riesgo de «agitación social».

¿A qué se debe este descontento? Los países han respondido de forma muy diferente a la crisis. Alemania o Italia han inyectado ayudas multimillonarias a su tejido productivo y familias. En España el esfuerzo directo ha sido menor y la sociedad está más tensionada. Las economías más avanzadas han desplegado estímulos fiscales (tanto ayudas directas como indirectas) equivalentes al 25 % de su riqueza anual. Las menos desarrolladas apenas han alcanzado el 10 %. «La capacidad de respuesta está siendo muy diferente», admite Georgieva. 

Y otro factor que puede agrandar más las brechas económicas es el desigual acceso a las vacunas. Cuando más tarden los países en adquirirlas, más se retrasará la recuperación, aumentado los riesgos de daños estructurales en sus economías.