No duda en publicar en las redes mensajes a favor de la ejecución de demócratas o calificar de falsos las matanzas de tiradores en colegios
05 feb 2021 . Actualizado a las 08:57 h.La congresista republicana, Marjorie Taylor Greene, representa a esa masa de mujeres blancas suburbanas que abrazaron a Donald Trump y se entregaron a las conspiraciones de QAnon con las que se intoxicaron los asaltantes del Capitolio.
Desde su llegada al Congreso el pasado noviembre, se ha convertido en la nueva extremista estrella de Washington, mientras los republicanos se preguntan si mantener la estela del expresidente retirado en Florida.
Nacida en Milledgeville (Georgia) hace 47 años, dirigía con su marido una empresa de construcción heredada de su padre y apoyaba al grupo ultraderechista Family America Project cuando en el 2017 fue una de las primeras en adoptar las paranoias de QAnon, pocas semanas después de que comenzaran a aparecer en la red social 4chan.
A partir de ahí, se dedicó a distribuir mensajes en las redes sociales a favor de la ejecución de políticos demócratas (incluido la del expresidente Barack Obama), la falsedad de los tiroteos en las escuelas o la existencia de una élite de pederastas dispuestos a dominar el mundo.
En el 2020, dio el salto a la política. Primero, planeó postularse para el Congreso en el distrito 6, donde está la capital de Georgia, Atlanta, donde residía entonces. Poco después se mudó a la pequeña localidad de Roma, para presentarse por el distrito 14, menos competitivo.
Durante su campaña, posó sosteniendo un AR-15,un rifle semiautomático imitación civil del militar y protagonista de las mayores matanzas recientes en EE.UU. Incluso apareció armada junto a las fotos de las congresistas demócratas Ilhan Omar, Alexandria Ocasio-Cortez y Rashida Tlaib.
Greene ganó las elecciones. Llegó a Washington con sus ideas intactas. La reciente publicación de sus violentos mensajes en Internet, la han puesto en la cuerda floja.