Elon Musk desata la fiebre por el bitcoin que se revaloriza un 13 %
29 ene 2021 . Actualizado a las 19:28 h.Los analistas hablan de volatilidad, el público de locura, pero los fondos de inversión, que han dado nombre y forma a lo que conocemos como Wall Street, hablan abiertamente de rebelión.
La revuelta de los usuarios del foro WallStreetBet de Reddit continúa. No están dispuestos a dar tregua. Ni siquiera después de haber infligido pérdidas multimillonarias a fondos como Melvin Capital (rescatado con 2.275 millones de euros) en las últimas jornadas. La decisión de la aplicación Robinhood de prohibirles en la tarde de ayer la compra de acciones de 12 valores «meme», ante el pánico en el parqué neoyorkino, no hizo más que envalentonar a sus usuarios. Unos interesados en desafiar al sistema, otros en aprovechar la tesitura para hacer dinero, se pusieron de acuerdo para cerrar filas y seguir empujando hoy a GameStop «hasta la luna». En estos momentos, las acciones de la firma están subiendo un 77,8 %. La empresa que vende videojuegos, y que hasta el 2019 todo el mundo daba por muerta, multiplicó su valor por 20 en lo que va de año.
El enfado colosal de las grandes fortunas de Wall Street y las amenazas de intervención de las autoridades no parecen surtir efecto. Todo lo contrario. Lejos de vender acciones y sellar la retirada, los usuarios del foro se han puesto nuevos objetivos, entre ellos aupar a la moneda virtual Dogecoin, que surgió como una broma. Otro valor «meme» sobre el que quieren crear una burbuja para desestabilizar el mercado y dejar a la vista sus deficiencias y falta de regulación.
En este fuego cruzado se han visto involucradas algunas empresas como la propia Robinhood que, al tomar partido por los fondos de inversión, ocasionó la fuga masiva de usuarios a otras aplicaciones de compra y venta de acciones. Esto ha ocasionado a la compañía problemas de liquidez. Aunque sus portavoces lo negaron, lo cierto es que la firma recibió en las últimas horas la inyección de 1.000 millones de dólares en capital privado.
El pulso de estos foreros, que divide a la opinión pública, reguladores y legisladores, ha forzado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores estadounidense (SEC) a tomar la palabra.
Lo hizo ayer para advertir de que estudia posibles manipulaciones del mercado y lo volvió a hacer hoy: «La extrema volatilidad en los precios tiene el potencial de exponer a los inversores a rápidas y graves pérdidas y de socavar la confianza en el mercado [...] Como siempre, trabajaremos para proteger a los inversores, para mantener unos mercados justos, ordenados y eficientes y para facilitar la formación de capital», deslizó en un comunicado en el que también informa de que está trabajando con expertos reguladores para «garantizar que las entidades reguladas cumplen con sus obligaciones de proteger a los inversores y para identificar y perseguir posibles irregularidades».
Los «noobs» absorberán las pérdidas
No todos están de acuerdo con la lectura de justicieros contra villanos. Algunos analistas defienden la actuación de Robinhood y aseguran que la plataforma salvó a los inversores más pequeños y menos experimentados de acabar pagando la factura de la broma. Y es que la ofensiva solo se sostiene si quienes han comprado las acciones las mantienen en su mano y otros usuarios siguen comprando. El problema es que los últimos en llegar, muchos de ellos «noobs» o aficionados, están adquiriendo acciones a un precio desorbitado. Cuando se apaguen las luces de la fiesta y sus compañeros se desprendan de los títulos para hacer caja, el valor se desplomará y tendrán que asumir las pérdidas.
Bitcoins por las nubes
Si GameStop y Dogecoin han sido una gamberrada o un cambio de paradigma solo se sabrá con el tiempo, pero lo cierto es que ha abierto el debate sobre la democratización de las finanzas, la regulación de Wall Street y cuestiones morales como ganar dinero apostando por el hundimiento empresas, con lo que eso conlleva en términos sociales y económicos. También ha abierto el terreno a nuevos jugadores. Es el caso del hombre más rico del mundo, Elon Musk. El propietario de Tesla y Space X volvió a añadir más fuego al incendio bursátil al incluir en su cuenta de Twitter la etiqueta #bitcoin. Ese gesto, que pudo pasar desapercibido para cualquier ciudadano ajeno a los mercados bursátiles, volvió a desatar la fiebre por esta criptomoneda que hace solo tres años desdeñaban los grandes bancos y fondos de inversión. Los mismos que hoy las están apilando en sus carteras para aprovechar su enorme rentabilidad. Su precio se revalorizó un 13 %, situándose en los 37.000 dólares. Y como ocurrió el día anterior, quienes apostaron a corto, volvieron a perder dinero con esta repentina subida de la criptomoneda. La alta volatilidad empujó a Robinhood a restringir su compra: «Debido a condiciones extraordinarias del mercado, cerramos temporalmente el poder de compra instantáea de criptomonedas», comunicó la firma.
Estas maniobras intervencionistas fueron duramente criticadas desde el poder legislativo. La congresista demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez demandó ayer una investigación para aclarar la «inaceptable» restricción impuesta por la empresa para permitir a los fondos de inversión tomar posiciones de nuevo.