El Gobierno asegura que España recupera el control sobre las cuestiones que afectan a Gibraltar después de «300 años»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Policías de España (d) y Gibraltar (i), en el paso fronterizo en La Línea de la Concepción.
Policías de España (d) y Gibraltar (i), en el paso fronterizo en La Línea de la Concepción. A.Carrasco Ragel | efe

González Laya afirma que las autoridades del Peñón «no podrán realizar controles de entrada en Schengen» porque que «los  implementa y los aplica» la policía española, aunque el ministro principal de la colonia lo niega. El Ejecutivo admite que ha sido necesario «aparcar la reclamación de la soberanía»

21 ene 2021 . Actualizado a las 09:23 h.

«Un punto de inflexión en nuestra relación con Reino Unido en lo referente a Gibraltar». Así ha definido la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, el preacuerdo alcanzado con el Reino Unido el pasado 31 de diciembre sobre Gibraltar como consecuencia de la consumación del brexit. La ministra está desgranando en el Congreso los detalles de ese pacto y los del propio acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido para regular sus relaciones futuras.

Soberanía

Respecto a la soberanía, González Laya ha admitido que para lograr el acuerdo ha sido preciso «aparcar las cuestiones de soberanía durante el tiempo necesario hasta que las circunstancias nos permitan abordarlas en beneficio de todos», pero ha precisado que España «no ha renunciado a la soberanía» y, por lo tanto, «no hemos renunciado a la cosoberanía»

 «Corresponsabilidad e interdependencia»

El pacto sobre Gibraltar prevé la integración del Peñón en el espacio Schengen, lo que permite retirar los controles y la desaparición física de la verja que separa el territorio de Gibraltar del español. Y, según la ministra, permite a España «recuperar el control» sobre las cuestiones que afectan al Peñón y acabar con «300 años de mantener reivindicaciones y ser ignorados», creando un «área de prosperidad compartida». «En vez del histórico más vale honra sin barcos que barcos sin honra, la Unión Europea nos está ayudando a salvar los barcos al tiempo que cambiamos los conceptos de honor y humillación por otros como la corresponsabilidad y le gestión conjunta de la interdependencia», ha afirmado.

 La ministra ha defendido el acuerdo logrado, admitiendo que no satisface todos los objetivos iniciales, y ha señalado que sin este pacto «España hubiera perdido capacidad de influencia y control de este territorio al menos por una generación». Tras el acuerdo, sin embargo, España, a su juicio, «recupera protagonismo en los asuntos de Gibraltar» y «toma la iniciativa con un claro plan de futuro para la zona del Campo».

«Nuestro objetivo es que en el futuro Gibraltar no sea cuestión que enfrente a España y Reino Unido en la que medida en que hayamos conseguido aparcar las cuestiones de soberanía hasta que las circunstancias nos permitan abordarlas en beneficio de todos», ha indicado sobre la cuestión de la soberanía, a la que no renuncian ninguna de las dos partes.

Controles Schengen

En lo que afecta a los controles, punto clave del acuerdo, según la ministra «España tendrá la última palabra» en todo lo que afecte a la relación de Gibraltar con la Unión Europea y las autoridades del Peñón «no podrán realizar controles de entrada en Schengen». Su afirmación choca con la realizada por el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, que aseguró todo lo contrario en la Cámara de los Lores británica

«Los controles Schengen los implementa y los aplica España. Y durante el período transitorio de cuatro años a España le asiste Frontex. Eso no supone una dejación de funciones», ha señalado, porque entonces «en la Unión Europea habría multitud de dejaciones de funciones». El Frontex, ha explicado «ya asiste a España en identificación de inmigrantes que llegan irregularmente a Canarias», como asiste a otros gobiernos europeos. «La aplicación de Schengen con Gibraltar es una responsabilidad de España. Durante cuatro años se hace ayudar y apoyar por Frontex», ha precisado ante las quejas de algunos de los grupos de la oposición.

Fiscalidad

El acuerdo prevé la aplicación a Gibraltar de un régimen aduanero para el tráfico de mercancías y la puesta en marcha de medidas para evitar la «competencia leal» en fiscalidad, medio ambiente y materia laboral. Gibraltar, según la ministra, asumirá el arancel exterior común europeo, «aplicando los mismos derechos y las mismas medidas de política comercial que la Unión Europea» para evitar «distorsiones» en el mercado de la UE. El peñón deberá aprobar una «legislación pertinente» en cuestiones como «aduanas, impuestos especiales, IVA, sistemas informáticos y formalidades», lo que conducirá a una «competencia justa» en IVA e impuestos como los del tabaco o los combustibles.

Defensa y seguridad

En cuestiones de Defensa y seguridad, materias que «no están en este acuerdo», España querría, «como quiere Reino Unido, estrechar relaciones en materia de seguridad y Defensa por medio de un entendimiento bilateral».

Levantamiento de la verja

La verja que separa Gibraltar del territorio español no desaparecerá físicamente hasta que haya un acuerdo definitivo entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre Gibraltar y se constate que se cumple con las condiciones del acuerdo Schengen. «Cuando esto se cumpla, se levantará la verja. No antes ni después», ha señalado la ministra.

Duración de la negociación

Respecto a la duración de la negociación definitiva para lograr el nuevo acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido sobre Gibraltar, el Gobierno calcula que se prolongará durante seis meses. En ese período, las relaciones se regirán mediante las medidas de adaptación acordadas por el Consejo de Ministros y por los «elementos de flexibilidad» previstos por la UE para «evitar una situación traumática en la zona»