El chófer de Bárcenas declaró en secreto ante García Castellón sobre la operación Kitchen
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Los abogados defensores del caso Villarejo mostraron su malestar por no poder acceder a la sala durante la comparecencia del confidente policial
26 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La sorpresa de los abogados defensores cuando llegaron este miércoles al juzgado de la Audiencia Nacional que instruye el caso Villarejo fue mayúscula. La declaración voluntaria del investigado Sergio Ríos, chófer de Luis Bárcenas y confidente policial en la operación Kitchen, había sido declarada secreta. No podían acceder a la sala, pese a que el acusado anunció hace semanas que iba a colaborar con la Justicia tras cambiar de abogado a principios de octubre (ahora su letrado es Javier Vasallo, el mismo que defiende al exdirigente del PP Francisco Granados en Púnica).
El juez abrió una nueva pieza en esta subcausa -la número siete del caso Villarejo- después de que ordenara hace semanas la entrada y registro del domicilio de Sergio Ríos. La Policía Judicial se llevó equipos informáticos y teléfonos móviles. El instructor la declaró entonces secreta para proteger las pesquisas, pero este miércoles mantuvo esta condición para sorpresa de los abogados del resto de los acusados.
Argumentos para las defensas
García-Castellón y los fiscales anticorrupción deben estar muy convencidos de que los nuevos hechos que se investigan nada tienen que ver con la pieza principal de Kitchen: el espionaje parapolicial a Bárcenas para recuperar documentos de la caja B del PP. De lo contrario, estarían dando argumentos a las defensas para pedir nulidades en una fase posterior de la causa. «Las preguntas y manifestaciones voluntarias del investigado van a ser generales y no limitadas a una parte secreta de la investigación», advirtió este miércoles un abogado.