Perú busca en Sagasti una salida a su grave crisis social y política
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El nuevo presidente tendrá como gran prioridad la lucha contra la pandemia, que ha causado 35.000 muertes y roza ya el millón de contagios en el país
17 nov 2020 . Actualizado a las 18:52 h.Francisco Sagasti tomó este lunes posesión como presidente interino de Perú. Se trata de una figura moderada, de consenso, con la capacidad de aplacar la crisis política surgida el lunes 9 de noviembre, cuando el Congreso destituyó al entonces líder del país, Martín Vizcarra, generando fuertes protestas en las calles, donde dos jóvenes perdieron la vida.
«No podemos volverlos a la vida, pero sí podemos, desde el Congreso, desde el Ejecutivo, tomar las acciones para que esto no vuelva a suceder», dijo el nuevo líder del país.
Sagasti es un ingeniero industrial, investigador y académico de 76 años, que ha sido asesor en ministerios como los de Industria y Educación con varios Gobiernos, así como alto ejecutivo del Banco Mundial.
«Haremos todo lo posible para devolver la confianza a la ciudadanía. Soy un convencido de que solo podemos salir adelante trabajando juntos, colaborando», apuntó el nuevo líder de un país que se lanzó a las calles en los últimos días en protesta contra su clase política.
La crisis inició con la destitución de Vizcarra. Los congresistas acusaban al expresidente de haber recibido casi 600.000 euros en sobornos a cambio de la adjudicación de dos contratos de obra pública cuando era gobernador de la provincia de Moquegua.
El líder peruano, que había conseguido popularidad en ciertos sectores por sus medidas contra la corrupción —llegó a cerrar el Congreso en el 2019— estaba siendo investigado, pero no había sido imputado en el momento de la destitución.
Los congresistas se valieron de la controvertida figura de la «incapacidad moral permanente» para destituir a Vizcarra, una disposición presente en la Constitución, pero de difícil interpretación. El Tribunal Constitucional se pronunciará en el futuro sobre la legalidad del uso de esa cláusula. Su decisión no tendrá efectos retroactivos.
Manuel Merino, entonces presidente del Parlamento, tomó el mando. Pero el Congreso es muy impopular en Perú. La mitad de sus miembros están siendo investigados por casos que van desde el lavado de dinero, hasta el asesinato. El relevo incendió el país.
Merino, que está siendo investigado por la Fiscalía por su papel en la violencia, dimitió el domingo. Hubo un vacío de poder durante 24 horas, porque la Cámara no se ponía de acuerdo en el relevo.
Líder moderado y de consenso
Sagasti emergió el lunes como candidato de consenso. Pertenece al centrista Partido Morado, fundado en el 2017 bajo las bases de realizar una reforma política que acabe con la corrupción.
Los morados fueron la única formación que votó en bloque contra la destitución de Vizcarra, y pueden mostrar a la calle que no ambicionaban el puesto de presidente.
Son acusados por parte del Congreso de haber servido como partido oficialista durante los últimos meses, apoyando a un Vizcarra que no contaba con partido propio en el Parlamento.
Los morados podrían elevar su popularidad de cara a las próximas presidenciales, en un país que suele optar por el centro para liderar al país.
La principal misión de Sagasti a corto plazo será aplacar la crisis —está por ver si los manifestantes abandonan las calles— y enfrentarse a la pandemia de coronavirus, que deja en Perú 937.000 contagios y 35.231 muertes.