Biden ultima un gabinete igualitario y que refleje la diversidad de EE.UU.
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El presidente electo recibe información clasificada pese al veto de Trump
17 nov 2020 . Actualizado a las 22:09 h.El futuro gabinete de Biden será igualitario. Tendrá, a falta de nuevos fichajes, cinco hombres y cinco mujeres. Después de nombrar a Ron Klain, un experimentado asesor demócrata como jefe de gabinete, el presidente electo desveló este martes otros nueve consejeros que lo acompañarán en su Ejecutivo a partir del 20 de enero. La plantilla promete cumplir con su promesa de formar el gabinete más diverso de la historia del país. «Estamos construyendo un Gobierno que se parece a los Estados Unidos», declaró el equipo de transición en un comunicado.
Todos los elegidos para trabajar directamente con él o con la primera dama, Jill Biden, pertenecen a su entorno más próximo. Mike Donilon, su jefe de campaña, será el asesor principal y se encargará de la redacción de discursos. Donilon es amigo de Biden desde hace décadas y formó parte de su equipo en su paso por la vicepresidencia, entre el 2009 y el 2017.
La asesoría legal del presidente estará en manos de Dana Remus, letrada de la campaña Biden-Harris y ex abogada de la oficina personal de Barack Obama. Jen O'Malley Dillon, directora de la campaña Biden-Harris, ocupará el puesto de subdirectora de personal, dependiente de Klain. Dillon es la primera mujer en dirigir una campaña presidencial exitosa para el Partido Demócrata.
El personal del Ala Oeste de la Casa Blanca lo completarán, como consejero, Steve Ricchetti, confidente de Biden durante años y ex miembro del gabinete de Bill Clinton. El congresista de Luisiana Cedric Richmond, antiguo presidente del Congressional Black Caucus, el grupo que reúne a los afroamericanos en el Congreso, dirigirá la Oficina de Alcance Público. Y Julie Rodríguez, funcionaria de origen latino muy cercana a la vicepresidenta, Kamala Harris, será la directora de Asuntos Intergubernamentales.
El proceso de transición continúa, a pesar de las trabas impuestas por Donald Trump. Biden se reunió con un equipo de expertos en seguridad nacional para recibir información sobre las principales amenazas a las que se enfrenta EE.UU. Trump ha vetado el acceso de Biden a los informes diarios de inteligencia, un acceso habitual en la transición de poder en EE.UU.
Polémica tras hallar 2.600 votos sin contar en Georgia, donde el triunfo del demócrata es irreversible
El recuento en Georgia acumula varias polémicas que han servido de excusa a Donald Trump para poner en duda la validez del proceso. Las autoridades del estado anunciaron el hallazgo de cerca de 2.600 papeletas que no formaron parte del escrutinio de las elecciones del 3 de noviembre por un error humano. Esta cifra no alterará la victoria de Joe Biden por poco más de 14.000 votos en el estado, donde los demócratas no ganaban desde Bill Clinton en 1992. Los sufragios encontrados pertenecen al condado de Floyd, donde Trump se impuso con más del 70% de apoyos. El presidente, que todavía se resiste a reconocer la derrota, no dejó pasar la ocasión para calificar el recuento de «falso» en Twitter. De poco le sirvió la controversia porque el secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, denunció en una entrevista las presiones de sus compañeros de partido, incluido el influyente senador Lindsey Graham, para que cuestionase la legalidad del voto por correo con la finalidad de revertir el resultado electoral.
Trump ordena retirar la mitad de las tropas estadounidenses de Afganistán e Irak
Donald Trump pretende esgrimir su condición de comandante en jefe hasta su último día en la Casa Blanca. Cuando quedan dos meses y dos días para el traspaso de poderes, Estados Unidos anunció este martes la retirada de la mitad de las tropas norteamericanas en Afganistán e Irak.
El secretario de Defensa en funciones, Christopher C. Miller, fue el encargado de comunicar la decisión que implica pasar de 4.500 a 2.500 soldados en Afganistán y a un número similar en Irak el 15 de enero del 2021, cinco días antes de que Trump deje el poder en manos de Joe Biden. Miller aseguró en una intervención en la sede del Departamento de Defensa que la decisión no supone un cambio de política y es coherente con los objetivos estratégicos de EE.UU. Sin embargo, la OTAN advirtió a Washington del «alto coste» de abandonar Afganistán «demasiado pronto» o de forma «descoordinada» después de 19 años de presencia allí tras los ataques del 11-S y tan solo nueve meses después del acuerdo de paz firmado con los talibanes.
Una opinión compartida por los altos mandos militares estadounidenses, que llevaban tiempo alertando de que cualquier retirada adicional de efectivos debería implicar compromisos por las dos partes. No ha trascendido, por el momento, si las salidas estarán sujetas a condiciones. El choque entre los militares y Trump se interpretó como el detonante de la purga impuesta por el presidente en la cúpula del Departamento de Defensa tras la victoria de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre. El presidente destituyó al secretario de Defensa, Mark Esper, y a su equipo por oponerse a una retirada prematura de Afganistán.
Miller cumplió este martes con la orden de Trump, pero en una intervención anterior mostró sus contradicciones respecto a los planes del presidente. Por un lado, dijo que las tropas deben continuar su batalla sobre el terreno contra Al Qaida y, por otro, anunció que era hora de traer a los militares a casa. «Esta guerra no ha terminado», escribió Miller en un mensaje a las tropas.
Los imprevisibles movimientos de Trump no acaban ahí. En una reunión celebrada el día 12, Trump preguntó a sus principales asesores sobre la posibilidad de lanzar un ataque contra el principal almacén nuclear de Irán, según explicaron cuatro funcionarios presentes en el despacho oval. La propuesta llegó un día después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica emitiera un informe en el que afirmaba que las reservas de uranio iraní habían alcanzado 12 veces el límite de 300 kilogramos establecido en el histórico acuerdo nuclear que Irán firmó con otras seis naciones en el 2015, del que Trump sacó a EE.UU. en el 2018.