La izquierda aberzale sigue estando controlada por exmilitantes de ETA
15 nov 2020 . Actualizado a las 10:00 h.El pacto entre el Gobierno y EH Bildu para la aprobación de los Presupuestos ha puesto encima de la mesa el debate sobre si la formación liderada por el que fue terrorista de ETA Arnaldo Otegi es un partido de izquierda homologable al resto de fuerzas políticas que nada tiene que ver hoy día con el que fue el brazo político de la banda, como sostiene el Ejecutivo, o si se trata de una formación controlada por quienes durante décadas ejercieron el asesinato y el secuestro como arma para conseguir sus fines. Aunque para lograr su legalización incluyó en sus estatutos su «rechazo» genérico a la violencia, la formación no ha condenado expresamente ninguno de los crímenes de ETA. EH Bildu forma parte de la larguísima sucesión de siglas con la que ha ido denominándose lo que fue Herri Batasuna, que fue considerada judicialmente como la sección política de la banda terrorista. Y sigue controlada por dirigentes y candidatos vinculados a ETA.
Herri Batasuna, nacida en 1978, fue la primera marca electoral de la banda, con la que logró representación parlamentaria hasta 1996. Ese año, para sortear la ilegalización tras el ingreso en prisión de su mesa nacional, se fundó Euskal Herritarrok, cuyo portavoz siguió siendo Arnaldo Otegi. Tras la ruptura de la tregua de ETA, en el 2001 nació Batasuna, que fue ilegalizada posteriormente por la Ley de Partidos. Nació entonces Sozialista Abertzaleak. El Tribunal Supremo ordenó en el 2003 la disolución de este grupo en el Parlamento vasco. Desde entonces, se fueron sucediendo diferentes marcas, siempre con el objetivo de sortear la ilegalización. Autodeterminaziorako Bilgunea en las elecciones municipales del 2003; Herritarren Zerrenda en los comicios europeos del 2004; Aukera Guztiak en las elecciones vascas del 2005, ilegalizada posteriormente y sustituida por el Partido Comunista de las Tierras Vascas, que también fue ilegalizado. En el 2007, se creó Abertzale Sozialisten Batasuna para las municipales. Fue también declarada ilegal.
En el 2011 surge Sortu
Después llegaron Demokrazia Hiru Milioi, ilegalizada para los comicios vascos del 2009, e Iniciativa Internacionalista, con la que concurrió a las elecciones europeas ese mismo año 2009. En el 2011, nació Sortu. Por primera vez se rechazaba la violencia de forma genérica. Pero fue también declarada ilegal ante la evidencia de que era sucesora del brazo político de ETA.
Nacimiento de Bildu
Para las municipales del 2011 se constituyó entonces Bildu, en la que se integraban partidos legales, entre ellos Eusko Alkartasuna, fundado por el exlendakari Carlos Garaikoetxea tras su ruptura con el PNV. En las generales de ese año se presentaron con el nombre de Amaiur. Y para las autonómicas vascas del 2012, pasaron a denominarse EH Bildu, que, a pesar de ser legalizada, seguía liderada por Arnaldo Otegi y contaba con candidatos que pertenecieron a Herri Batasuna y exterroristas de ETA.
Además del propio Otegi, varios dirigentes y cargos públicos de EH Bildu están vinculados a la banda. Pablo Gorostiaga, exalcalde de Llodio, fue condenado por colaboración, al igual que Adolfo Araiz y Arkaitz Rodríguez, que el pasado jueves afirmó que Bildu iba a Madrid «para tumbar definitivamente el régimen». Rufino Etxeberria ha sido encarcelado dos veces. Hasier Arraiz admitió haber sido miembro de ETA. Bergoi Madernaz e Ikoitz Arrese también fueron encarcelados por pertenencia a la banda terrorista.
Ninguno de estos dirigentes de EH Bildu, ni su actual líder, Arnaldo Otegi, han condenado nunca expresamente un asesinato de la banda ETA ni han pedido perdón personalmente a sus víctimas.
El apoyo de los independentistas vascos y de ERC conlleva cesiones del Gobierno
G. B.
Aunque durante el debate sobre las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos tanto EH Bildu como ERC eludieron profundizar en las reivindicaciones de autodeterminación y centraron su discurso en la defensa de políticas sociales, sin especificar qué cesiones ha hecho el Gobierno a cambio de su respaldo a las cuentas públicas, su apoyo a que los Presupuestos inicien su trámite, que no implica que acaben aprobándose, llega después de que se hayan producido importantes concesiones y gestos políticos hacia los herederos del el brazo político de la banda terrorista y a los independentistas catalanes por parte de Pedro Sánchez desde que llegó a la Moncloa.
En este tiempo han sido acercados cárceles vascas un total de 103 presos de ETA. De ellos, 25 están condenados por delitos de sangre. Entre ellos, Mikel Azurmendi y Maite Pedrosa, dos de los asesinos del exconcejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y de su esposa, Ascensión García. El Gobierno ha anunciado la cesión al País Vasco la competencia de prisiones. Sánchez sorprendió al expresar su pésame a EH Bildu por el suicido del preso etarra Igor González. El Gobierno se comprometió con EH Bildu, a cambio de apoyo a la prórroga del estado de alarma, a la derogación íntegra de la reforma laboral. Un pacto que Unidas Podemos exige que se cumpla.
Antes de que se consumara el acuerdo entre el Gobierno y EH Bildu sobre los Presupuestos, el PSOE se sumó a un manifiesto «a favor de la democracia» promovido por EH Bildu y ERC para censurar los «discursos de odio» en España. El PSOE votó también en contra de una iniciativa que instaba a prohibir los actos de enaltecimiento de ETA en los homenajes a presos etarras. Entre los gestos hacia el independentismo catalán figuran el compromiso de reformar antes de fin de año el Código Penal para rebajar el delito de sedición, por el que han sido condenados los líderes del procés y la aceptación de una enmienda de ERC a la ley de Educación en la que se priva al castellano de la condición de lengua vehicular en Cataluña.