Una introvertida e independiente profesora de inglés

Héctor Estepa
Héctor Estepa WASHINGTON / E. LA VOZ

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Jill Biden, esposa de Joe Biden
Jill Biden, esposa de Joe Biden OCTAVIO JONES | REUTERS

Jill Biden, la futura primera dama de EE.UU., tiene experiencia en codearse con la alta política

07 nov 2020 . Actualizado a las 06:48 h.

La introvertida y diplomática Jill Biden (Hammonton, Nueva Jersey, 1951) está a un paso de convertirse en la primera dama de Estados Unidos entrando en la Casa Blanca de la mano de su marido, Joe Biden. Tiene experiencia en codearse con la alta política, después de haber sido segunda dama del país desde el 2008 al 2016, durante la etapa de su esposo en la vicepresidencia. Mantuvo, durante esa época, un perfil bajo, aunque sin renunciar a los proyectos y la vida social aparejada al cargo que ostentaba. Se negó, eso sí, a dejar su trabajo como profesora de inglés, que continúa realizando en la universidad Northern Virginia Community College.

Podría continuar sus labores como docente incluso después de que su marido se convierta en presidente. Jill siempre ha defendido su independencia y su trabajo. Trabajó durante más de una década en una escuela de niños con problemas de personalidad, algo que marcó su carrera.

La enseñanza es un pilar fundamental en su vida. «Ser profesora no es lo que hago, sino quién soy», dijo la posible primera dama en agosto, durante un discurso de nueve minutos en la convención nacional demócrata.

Lo sabe bien el posible nuevo presidente de EE.UU. Jill rechazó hasta cuatro veces sus proposiciones de matrimonio, argumentando que quería desarrollar su carrera y labrarse un nombre por sí misma. Aceptó, en 1977, después de que Joe le presentase un ultimátum.

Cita a ciegas

La pareja se había conocido en 1975, tres años después de que la primera esposa y una hija de Joe murieran en un accidente de tráfico. El políticos demócrata, viudo y con dos hijos, vio una fotografía de Jill en un periódico y su hermano Frank, que la conocía de su etapa universitaria, organizó una cita a ciegas, que acabó en romance.

Jill se hizo cargo tanto de Hunter como de Beau Biden, los hijos sobrevivientes de Joe, cuando se casó con el político. Los considera como a sus propios hijos. Siempre le ha dado importancia a su rol como madrastra, y se espera que ahonde en ese papel tras su llegada a la Casa Blanca.