La tensión crece en las calles a medida que Trump pierde terreno en el escrutinio

Héctor Estepa
Héctor Estepa WASHINGTON / E. LA VOZ

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Siimpatizantes de Trump se manifiestan, algunos de ellos armados, frente a un centro de votación en Phoenix (Arizona)
Siimpatizantes de Trump se manifiestan, algunos de ellos armados, frente a un centro de votación en Phoenix (Arizona) EDGARD GARRIDO

Simpatizantes republicanos intentaron asaltar un centro de votación en Detroit y radicales armados rodearon el edificio donde se realiza el conteo en Phoenix

05 nov 2020 . Actualizado a las 22:46 h.

La tensión comienza a aflorar en las calles de EE.UU. ante el lento y ajustado recuento de los votos. Son precisamente los centros de cómputo de papeletas los principales objetivos de varios grupos de seguidores del presidente Donald Trump.

Varias decenas de ellos se presentaron, el jueves por la tarde, a las afueras de un edificio utilizado para contar votos en Detroit, Míchigan, un estado clave, donde con las últimas cifras se impone Biden por unos 149.000 votos, después de darle la vuelta a los primeros resultados, que le daban la victoria a Trump.

«¡Detengan el recuento!», exigieron, argumentando que se estaba produciendo un fraude electoral, como también ha denunciado el presidente. Un grupo de estos manifestantes llegó a entrar en el edificio, e intentaron acceder incluso a las salas de recuento, pero los agentes les cortaron el paso y fueron desalojados del recinto.

Todo lo contrario gritaban los alrededor de 150 seguidores de Trump que se congregaron, horas después, frente a un centro de escrutinio en Phoenix, Arizona, uno de los estados que van a ser clave en estas elecciones.

«¡Cuenten todos los votos!», exigían los manifestantes allí, donde la situación electoral era la contraria que en Míchigan. En Arizona, Biden lideraba el recuento entonces, con unos 80.000 votos de diferencia, pero Trump recortaba y tenía posibilidades de darle la vuelta a los resultados.

Armas automáticas

Varios de los manifestantes de Phoenix aparecieron armados con rifles y armas automáticas. El uso de ese tipo de armamento es legal en el estado sureño, pero los analistas describieron la escena como un intento de intimidación.

Las autoridades electorales decidieron sacar del edificio a todo el personal no esencial, incluidos periodistas, pero tanto los voluntarios como los funcionarios electorales decidieron permanecer en el centro para continuar el recuento de votos.

No solo los partidarios de Trump salieron a la calle. En Nueva York, caída la noche, estallaron enfrentamientos entre la policía y un grupo de manifestantes contrarios al presidente. Los agentes detuvieron a unas 20 personas cuando quienes protestaban cerraron el paso del tráfico en el West Village.

Las marchas, convocadas, en muchas ocasiones, en defensa del recuento del voto, se desarrollaron también en ciudades como Filadelfia —donde el escrutinio está siendo mirado con lupa— Los Ángeles o Chicago.

En Portland, que ha vivido grandes movilizaciones durante los últimos meses, la marcha fue pacífica, hasta que un grupo de manifestantes decidió trasladarse al centro de la ciudad, y comenzar a golpear escaparates, provocando la intervención de la Guardia Nacional. Una decena de personas fueron detenidas y los fotógrafos de Portland captaron cómo los manifestantes quemaban enseñas norteamericanas.

También en Mineápolis se produjeron arrestos, cuando una protesta a favor de Biden cortó una de las autopistas de la urbe.

Las protestas continuarán. Varias organizaciones sociales y sindicatos han convocado estos días decenas de marchas en defensa del voto, en todo el país.