El juez ya apunta a la trama política del caso Kitchen y pone el foco sobre Mariano Rajoy

Melchor Saiz-Pardo COLPISA | MADRID

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ANDREA COMAS | Reuters

La imputación del exministro Fernández Díaz vaticina la posible citación de Cospedal

21 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que pensaban que un veterano juez instructor como Manuel García-Castellón iba a contentarse con apuntar solamente contra los agentes y comisarios que participaron en el operativo parapolicial y extrajudicial para espiar a Luis Bárcenas y su entorno es que probablemente no conozcan al actual titular del Juzgado de Instrucción 6.

También se equivocaban los que pudieron creer que el mismo juez que ha llegado a insinuar en sus autos que Pablo Iglesias pudo mentir en sede judicial a cuenta de la tarjeta del caso Dina, y que se ha convertido en la bestia negra judicial para Podemos, no iba a poner en su punto de mira a los dirigentes populares. Pero así ha sido. Y la imputación de Jorge Fernández Díaz, quien fuera uno de los ministros más poderosos del primer Gobierno de Mariano Rajoy, tiene todos los visos de no ser la última de un miembro del gabinete del expresidente popular, según señalan diversas fuentes del caso Kitchen.

García-Castellón ya investiga de lleno cómo el Partido Popular encargó al excomisario José Villarejo buscar los puntos débiles del extesorero y su entorno para un posible chantaje, conocer hasta dónde Bárcenas tenía intención de tirar de la manta y, llegado el caso, poder sustraer material comprometedor que el exsenador tuviera sobre las cuentas irregulares del PP. García-Castellón, en su auto del viernes, rechazó por el momento ir contra Dolores de Cospedal y su marido Ignacio López del Hierro, en un gesto que algunos en el PP, probablemente los que menos hayan seguido la trayectoria del juez, interpretaron como un indicio de que el instructor se conformaba con la imputación de Fernández. Nada más lejos de la realidad.

El magistrado no quiere llamar a declarar al matrimonio como investigado porque primero quiere oír de boca del que fuera mano derecha de Fernández en el ministerio qué sabe de la presunta participación de la ex secretaria general del PP y exministra de Defensa en la operación Kitchen. Francisco Martínez, el exsecretario de Estado para la Seguridad, ha prometido tirar de la manta para salvarse. 

Cientos de horas de grabaciones

Al juez, explican estas mismas fuentes, le interesan «detalles puntuales» porque la «película casi completa» de la historia ya la tiene gracias a los pendrive que Asuntos Internos encontró en el domicilio y en el despacho de Villarejo cuando en el 2017 le detuvo y se hizo con cientos de horas de grabaciones. Al margen de los datos que ya obran en la causa contra la exdirigente popular, el magistrado tiene en su poder varias cintas que complican mucho el futuro de Cospedal y que podrían probar que ella está en el origen de la contratación del excomisario para hacer trabajos sucios para el PP.

Entre esos pendrive está íntegra la grabación del encuentro en persona entre el propio Villarejo y la entonces número dos del PP en la sede del partido el 21 de junio del 2009, que propició López del Hierro, viejo conocido del excomisario. En aquel encuentro, la exministra, según fuentes del caso, le encomendó los primeros trabajos de espionaje clandestino de asuntos relacionados con la trama Gürtel cuatro años antes de que Villarejo montara el operativo Kitchen para seguir a Bárcenas.

Entre otros encargos, Cospedal habría encargado espiar a Javier Arenas, que mantenía todavía una excelente relación con Bárcenas. García-Castellón también tiene otra grabación de una conversación de Villarejo con el marido de Cospedal el día después de la reunión en la sede de Génova en la que López del Hierro da a entender que Mariano Rajoy había dado el visto bueno al encargo de los primeros trabajos sucios del excomisario para el Partido Popular.

No es la única referencia sumarial al hecho de que el expresidente pudiera estar al tanto supuestamente de los trabajos de Villarejo para el PP. Un informe de Asuntos internos de octubre del 2018, y que ha visto la luz estos días, afirma que que el dispositivo parapolicial de espionaje a Luis Bárcenas «estuvo coordinado» por Francisco Martínez, «con conocimiento del 'Asturiano'», el apodo que los policías investigados daban a Rajoy.

El propio exsecretario de Estado, en algunos mensajes que también constan ya en la causa judicial, aseguraba que si él termina declarando también lo haría Mariano Rajoy. «Fernández -dicen en la Audiencia Nacional- solo es la punta del iceberg de la trama política de Kitchen, pero Martínez en su declaración del 29 de octubre puede hacer emerger todo».