Tensa el diálogo con el Gobierno, molesto por el protagonismo de EH Bildu
18 sep 2020 . Actualizado a las 19:19 h.La estrategia del Gobierno de abrir dos negociaciones paralelas para tratar de sumar una mayoría capaz de aprobar los presupuestos, una en la que participe Ciudadanos y el PNV y otra con ERC y EH Bildu, en la que los nacionalistas vascos podrían no ser imprescindibles, está creando problemas de interlocución entre el Ejecutivo y el PNV. Los nacionalistas vascos, socios preferentes del Gobierno de coalición, recelan del papel que está asumiendo en la negociación el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y muy especialmente del protagonismo que este otorga en ese diálogo a EH Bildu, rival político del PNV en el País Vasco.
Los nacionalistas vascos solo consideran como interlocutor al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su negociadora principal, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Y, por eso, este viernes anunciaron que no acudirán a la ronda de contactos paralela que está llevando a cabo Iglesias. «No tenemos nada que hablar sobre los presupuestos con Pablo Iglesias, porque no tiene las claves de los presupuestos», afirmó el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que explicó que ya tiene fecha para reunirse con Calvo, con la que, precisó, se ve «frecuentemente», no solo para hablar de presupuestos, sino para dar estabilidad al Ejecutivo en la legislatura.
Las cesiones políticas que el Gobierno pueda hacer al partido de Arnaldo Otegi a cambio de su apoyo, como el acercamiento de presos etarras al País Vasco, son vistas con recelo por el PNV, que considera que se trata de asuntos bilaterales que deben ser tratados con el Gobierno de Vitoria y que EH Bildu solo pretende con ello obtener protagonismo político en el País Vasco.
El Gobierno acerca presos
«Lo que me molestaría es que porque ellos quieren entrar en una pelea partidista con el PNV se perjudicara a la ciudadanía vasca», señaló el portavoz nacionalista. Esteban lanzó un aviso al Gobierno. Advirtió de que «no sería viable mantener una prórroga más del presupuesto» y que, por tanto, no contar con presupuestos «sería elecciones».
Aunque EH Bildu niega que su estrategia sea cambiar «presupuestos por presos», solo dos días después de que Iglesias se reuniera con ellos el Gobierno acordó este viernes el traslado de cinco presos de ETA a cárceles más próximas al País Vasco como las de Cantabria, Valladolid y Palencia. Entre los trasladados está Jesús Arcauz, Josu de Mondragón, condenado a 30 años por atentados, homicidios frustrados, estragos y terrorismo, que será trasladado de Murcia a Valladolid.
En ese clima, EH Bildu insiste en mostrar acercamiento al Gobierno y en alabar el papel de Iglesias. La portavoz del partido de Otegi en el Congreso, Mertxe Aizpurua, sostuvo este viernes que la percepción sobre los presos de ETA en Madrid «está cambiando, aunque no en todos los partidos», y se están «dando pasos poco a poco» para cambiar lo que calificó como una política de «excepción y castigo». Aizpurua indicó que su reunión con Iglesias «estuvo bien» y reiteró que la aspiración de su partido es ser «determinante en Madrid» para «condicionar las políticas del Estado.
La decisión del Gobierno de acercar a cinco presos de ETA se une al anuncio de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, de que la reforma del Código Penal sobre el delito de sedición, que afectaría retroactivamente a los presos del procés, y que era una de las exigencias de ERC para negociar los presupuestos, estará lista antes de fin de año.
Garzón contradice al líder de Unidas Podemos y defiende el diálogo con Ciudadanos para pactar las cuentas públicas
Las discrepancias en el Gobierno en torno a la negociación para aprobar los presupuestos no afectan solo a los dos socios de coalición, PSOE y Unidas Podemos, sino que también en el seno del grupo parlamentario liderado por Pablo Iglesias hay divergencias en el discurso. Mientras que el líder del partido morado presiona a Pedro Sánchez para que abandone la vía del acuerdo con Ciudadanos y se centre en recuperar la mayoría de la investidura con los independentistas, el coordinador federal de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, sostiene que el Gobierno «no puede negarse a dialogar» con ningún grupo parlamentario para obtener apoyo a los presupuestos. Garzón expresa así su disposición a negociar en serio con Cs, a pesar de que Iglesias insiste en que el pacto es imposible y que plantearlo como una alternativa viable es «engañar a la gente».
El informe de gestión que Garzón presentará este sábado ante la asamblea política y social de Izquierda Unida destaca su preferencia por acordar los presupuestos reeditando la mayoría de la investidura, es decir, con acuerdos con los independentistas. Pero el líder de IU destaca también que el Gobierno de coalición no dispone de mayoría y debe negociar con todos, sin negarse a dialogar con ningún partido. Garzón reivindica que «España necesita una derecha democrática que crea en el diálogo y no solo en la confrontación partidista». Un discurso en línea con el mantenido por Sánchez, quien agradeció en el Congreso a la líder de Cs, Inés Arrimadas, su «esfuerzo» por «superar la dialéctica de bloques».
Montoro no quiere prorrogarse
La aprobación de unas nuevas cuentas es una prioridad no solo para el Gobierno, sino también para el exministro de Hacienda del PP Cristóbal Montoro, autor de las vigentes, prorrogadas desde el 2018. El exministro instó al Ejecutivo a presentar unos nuevos presupuestos para el 2021 y evitar prórrogas. Algo que, según dijo, «por la propia salud de la democracia debería terminar».
Recordó que las cuentas del 2018 se elaboraron en un contexto de consolidación del crecimiento y de empleo. «Y ahora hay que hacer unos de crisis, para salir de ella cuanto antes. Y ya se está tardando», insistió. Destacó que actualmente hay «mayorías suficientes en España para que se forme un Gobierno, pero no para cambiar el presupuesto del anterior». Una situación que consideró anómala, por lo que pidió a los partidos un esfuerzo para lograr el entendimiento.