Este martes arranca la quinta edición protagonizada por famosos, que rendirá homenaje a los abuelos y a los sanitarios que lucharon contra el coronavirus
15 sep 2020 . Actualizado a las 17:41 h.El gremio de la política entra por primera vez en las cocinas de MasterChef con la llegada de Celia Villalobos a la quinta edición solo para famosos. El formato de concurso culinario se beneficia de forma especial de esta versión con protagonistas ya conocidos. Este martes se estrenará con una ración extragrande que se prolongará desde las 22.10 horas hasta las 2 de la madrugada a pesar de la intención manifiesta de TVE de adelantar las emisiones nocturnas eliminando el programa anterior al horario de prime time.
Sartén en mano, el espectador podrá acercarse a algunas de las facetas menos conocidas de concursantes como Ainhoa Arteta, Josie, Pedro Delgado, Raquel Sánchez Silva, Gonzalo Miró, Raquel Meroño, Jesús Castro, Laura Sánchez, Lucía Dominguín, La Terremoto de Alcorcón, Nicolás Coronado, Juanjo Ballesta y Melanie Olivares. Todo ello aderezado con el punto de humor de los cómicos Florentino Fernández y David Fernández, que ejercerán de animadores del programa además de concursantes.
«Esta edición es mejor que todas las anteriores», aseguró el director de contenidos y canales de la cadena pública, Fernando López Puig, en la presentación de las nuevas entregas. «Hemos hecho un gran esfuerzo por no parecernos a los castings anteriores. Tienen todos un gran carácter, mucho sentido del humor y sobre todo, un amor por la cocina que es fundamental. Lo que se va a encontrar el espectador es verdad, mucha verdad, y mucha exigencia. Después de tantos años creía que era imposible que me sorprendieran, y lo han conseguido», aseguró Macarena Rey, responsable de Shine Iberia y productora ejecutiva del formato.
En cada uno de los programas los aspirantes lucharán por permanecer en el concurso y también por lograr los 4.000 euros correspondientes al mejor de cada reto para que este los done a una oenegé. Además, el ganador final obtendrá el trofeo de vencedor más 75.000 euros que destinará a la entidad solidaria que elija.
Reconocidos cocineros y anteriores concursantes de MasterChef pasarán por las cocinas de Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz, donde el formato tratará de reinventarse con nuevos retos, como cocina de supervivencia, recetas tradicionales, conocimientos sobre salsas y condimentos, fusión de estilos clásicos y cocina oriental, preparación de platos que engañan a la vista y elaboración de postres atractivos. Además, en esta edición jugarán a la ruleta y al bingo y participarán en una subasta para saber con qué cocinarán.
Entre los lugares que visitarán los cocineros estarán un autocine para tiempos de pandemia, el puerto de Ibiza, la arena de Tarifa, o lugares con encanto como La Alberca y La Rambla de Barcelona.
Grabada ya después del confinamiento, esta edición del programa incluirá homenajes a los abuelos y a todos los sanitarios que han trabajado frente al coronavirus. Hablando de los abuelos, MasterChef también ultima ahora una próxima versión senior del programa. Se trata de un especial que estará dedicado a los abuelos aficionados a la cocina y para el cual buscan a participantes mayores de 60 años. «Ya que los mayores son los que han sufrido más con la pandemia, queríamos homenajearlos», dijo Macarena Rey en la presentación.
Las medidas de seguridad
Como medidas generales, antes de cada grabación, la productora Shine ha desinfectado «todas» las instalaciones del estudio con una empresa especializada. Durante las grabaciones, el equipo de limpieza repasa de manera continuada las dependencias y superficies susceptibles de tener un mayor contacto con el personal: baños, pomos, pasamanos, cámaras, intercomunicadores, walkies y ordenadores portátiles, entre otros.
También se ha limitado el personal al estrictamente necesario y todos ellos se someten cada día de trabajo a un control de temperatura. No se permite acceder a la grabación a partir de 37,3ºC. Además del uso «obligatorio» de mascarilla y guantes, para favorecer la distancia social, se ha habilitado una entrada y una salida independientes. Los pasillos de acceso, de más de 4 metros de ancho, están señalizados mediante una cinta de separación para hacer dos sentidos, uno de entrada y otro de salida.
En la sala del supermercado se ha llevado a cabo una reducción del número de concursantes que pueden entrar en ella al mismo tiempo junto a los cámaras.
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