Un año más los reyes lo han conseguido. Quince días de agosto para tomarse un descanso de sus actividades públicas y desaparecer de la vista de las cámaras y del pueblo. En este verano que ha sido tan atípico para ellos por la crisis sanitaria que nos golpea a todos y también por los problemas que rodean a la monarquía tras la marcha del rey Juan Carlos, la familia real hizo un esfuerzo por subrayar que habían renunciado a sus vacaciones y que su estancia en Baleares era poco menos que un viaje de trabajo con sus hijas. La última vez que Felipe y Letizia aparecieron en público fue el lunes 17 de agosto, cuando visitaron la isla de Ibiza. Oficialmente después de ese día la familia puso rumbo a Madrid, donde, teóricamente, han permanecido desde entonces sin hacer ninguna de sus habituales escapadas secretas al extranjero. Pero ni existen pruebas que lo atestigüen ni Zarzuela informa de las actividades privadas. Nadie ha visto ninguna de las salidas que suelen hacer al cine o a cenar cada vez que están de descanso en la capital. Solo se sabe que en estas dos semanas han tenido la agenda libre y que esta semana volverán al trabajo.
Concierto acústico
Aitana, descalza sobre el escenario. Visiblemente emocionada y nerviosa tras nueve meses sin contacto con sus seguidores, Aitana volvió a pisar un escenario el sábado en el festival Starlite. Fue un concierto acústico, el primero de los dos únicos que va a dar este año, y en el que aprovechó para deshacerse de los zapatos de tacón y sentirse como en casa: «Nunca antes había cantado descalza y me siento súper libre». Al contrario que otros artistas insensatos que pasaron por este festival, como el grupo Taburete, Aitana sí fue prudente y pidió al público responsabilidad: «No os podéis levantar de la silla por seguridad, ni quitaros las mascarillas». Pues eso.
Divorcio a la vista
Enrique Ponce borra las fotos con Ana Soria. Borrar de las redes las fotos con la pareja suele ser un mal augurio, pero nada más lejos de la realidad en el caso de los enamoradísimos Enrique Ponce y Ana Soria. El torero ha eliminado todo rastro de su novia para intentar dar una imagen más serena y reposada de cara a un divorcio que se adivina complicado.