Carlos Igualada, director del Observatorio de Terrorismo, calcula que un total de 855 yihadistas han sido detenidos desde los atentados del 11M
30 ago 2020 . Actualizado a las 12:38 h.La amenaza yihadista sigue presente en España, donde, desde los ataques del 11M, 855 terroristas islamistas han sido detenidos, según datos de Interior. Actualmente, la situación es mejor a la vivida entre el 2015 y el 2017, año en el que se produjo el pico de operaciones y arrestos, alcanzando las 51, en una oleada de atentados del Estado Islámico (EI), tal y como indica Carlos Igualada, director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo. España destaca en el ámbito europeo en materia de antiterrorismo, donde desde el 2012 se han desarticulado células en 140 municipios de todas las comunidades, a excepción de Cantabria. Aún así, el experto recuerda: «resulta imposible garantizar la seguridad al 100 %».
-¿Cómo se lucha contra el terrorismo yihadista en España?
-España tiene probablemente el mejor servicio en lucha antiterrorista de Europa y uno de los mejores del mundo. Esto es por varias causas, como la experiencia que se adquirió en la lucha contra ETA. Aquí, al mínimo indicio de que existe algún proceso de radicalización de individuos, los agentes actúan. Muchos de los países de nuestro entorno suelen citar a España como un referente en la lucha antiterrorista.
-¿Cómo se trabaja allí?
-Algunos países prefieren mantener un acercamiento, pero sin llegar a la detención, porque creen que así pueden tirar más del hilo, por así decirlo, y sacar más información de sus vínculos con otros individuos u otras células. También es verdad que, aunque así se pueda tener más información, es más arriesgado, porque un atentado se puede dar en un momento determinado en el que es imposible controlarlo. En España también hay un seguimiento cercano, pero en cuanto se ve algún indicio que pueda llevar a un ataque, se decide actuar rápido. De esta forma, se entiende el elevado número de operaciones policiales que hay en España todos los años.
-Precisamente desde el 2015 se ha visto un fuerte aumento en el número de intervenciones en España, ¿a qué se debe?
-Con el auge del EI, comienza a tener mucha difusión su propaganda y por eso se han radicalizado muchos individuos. También se explica así la oleada de atentados en Europa. El elevado número de operaciones se debe a este auge de la radicalización y a la mejora efectiva en el seguimiento y las operaciones en España. Varios factores han permitido este incremento y, aún así, se han producido atentados como el de Barcelona en el 2017.
-¿Por qué un cuarto de las operaciones son en Cataluña?
-Sobre todo se debe a que Cataluña, como Ceuta y Melilla, es una de las zonas de España en las que más población musulmana hay. En Cataluña coincide que muchas de las mezquitas son de carácter salafista, con un discurso próximo al yihadismo, serían el antecedente a la ideología yihadista. Por distintos factores, Cataluña es la comunidad en la que más operaciones se han dado. En otros territorios como Cantabria o Extremadura existen núcleos de población musulmana muy bajos, en los que es muy difícil que el germen radicalizado llegue hasta ahí por porcentaje.
-¿Cómo es la atención a las víctimas?
-Por lo que conozco, en muchos casos, las víctimas se sienten desamparadas porque se les da la atención en el momento en el que sucede el atentado, en las 24 o 48 horas después, pero más tarde se sienten olvidadas por parte de las instituciones y no tienen ese respaldo, no solo a nivel económico, sino también en el sentido de preocuparse por ellas tras un atentado. Hay víctimas de todo tipo, también hay gente que sí está contenta con el respaldo institucional. En general, diría que en España la atención que se les dedica podría ser mucho mejor.
-Como sociedad, ¿cómo se puede luchar contra el yihadismo?
-La sociedad es quizá una de las partes que no se tiene tan en cuenta, pero su papel es muy importante. Considero que a través de ella se pueden hallar indicios de personas que se estén radicalizando. También la comunidad musulmana juega un papel fundamental, porque es la parte más cercana a estos individuos y conocen mejor los indicios que pueden darse. Creo que su rol es más importante que el que actualmente se les da.
-¿El antiterrorismo acaba en la detención de los terroristas?
-No. De hecho, se ha comprobado que las prisiones están siendo grandes centros de radicalización. La operación sí acaba en la detención, pero a partir de ahí los funcionarios de prisiones supervisan que estas personas no lleven a cabo tareas de adoctrinamiento o contacten con otros individuos que puedan ser radicalizados. En los últimos años, como consecuencia de atentados realizados por terroristas salidos de prisión, o los que se han dado en cárceles como en Francia o Reino Unido, se ha puesto la atención que merecen las prisiones.
-¿Hacia dónde va el yihadismo?
-Es complicado. Ahora mismo estamos en una etapa en la que se ve claramente la influencia del EI en individuos que por cuenta propia se acaban radicalizando. Más que células, estamos encontrando a muchos individuos que, de forma aislada, deciden llevar a cabo atentados. Así es cada vez más complicado combatir el terrorismo, sobre todo en Europa.