El PP lamenta la manera en la que Álvarez de Toledo anunció su relevo

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Ricardo Rubio | Europa Press

Sectores del partido ven en el ascenso de Almeida un regalo «envenenado»

19 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Génova busca que agosto contribuya a difuminar el ruido tras la polémica destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria del PP, pero en la dirección nacional existe un profundo malestar por la manera elegida por su diputada por Barcelona para anunciar su cese, con ataques directos contra el presidente del partido. Una de las decisiones más meditadas por Pablo Casado desde que se hizo con las riendas del PP fue precisamente la elección de su portavoz parlamentaria, porque tenía claro que debería ser una mujer. Tras deshojar la margarita entre Álvarez de Toledo, su primera opción, y Cuca Gamarra, recomendada por algunos pesos pesados del partido, el pasado verano acabó decantándose por la primera. Cuando apenas ha transcurrido un año, el líder del PP rectifica y mañana formalizará telemáticamente ante la junta directiva nacional su elección de la exalcaldesa de Logroño como principal representante de los populares en la Cámara Baja.

Las razones

Libertad y disciplina. La principal razón de la salida de Álvarez de Toledo es la falta de disciplina. «Entiende el grupo parlamentario del partido como algo autónomo, y así pretendía que funcionara. Sin embargo, el secretario general [por Teodoro García Egea], reivindicaba que el grupo parlamentario tiene que estar en sintonía con Génova», dice un dirigente popular. Esta misma fuente traza un paralelismo futbolístico, equiparando a Álvarez de Toledo con un mediapunta que exige a su entrenador libertad sobre el terreno de juego para poder mostrar todas sus habilidades con la pelota. «Juega muy bien, pero solo para ella», sostiene, poniendo en duda su aportación para el conjunto del equipo. Al contrario de lo que sucede tantas veces en el deporte, el presidente acabó resolviendo el pulso entre el mediapunta y el entrenador a favor del segundo. Según trasladan fuentes populares, la decisión estaba tomada desde hace tiempo y Casado solo aguardó al mejor momento para ejecutarla. 

Las formas

Portazo de salida. Fuentes en Génova admiten su decepción por la forma «poco elegante» en la que Álvarez de Toledo anunció su relevo, convocando a la prensa para cargar contra la dirección del partido. Especialmente dolido está Pablo Casado, al haber quedado en evidencia que «su confianza no fue correspondida con lealtad». Según publicó el diario El Mundo, Casado habría ofrecido a Álvarez de Toledo liderar la Fundación Concordia y Libertad, un puesto ornamental que la marquesa de Casa Fuerte rechazó sin titubear. Queda en el aire lo que sucederá con su acta de diputada. Después de su abrupta intervención del lunes, Génova no contempla otro escenario distinto a que acabe renunciando al escaño en favor del número dos por Barcelona. 

Reacciones

Defensa de Aguirre. Las reacciones en la familia popular se sucedieron a lo largo de la tarde noche del lunes y de la jornada de ayer, especialmente intensa a pesar del período estival. Uno de los pocos apoyos que recibió en público dentro del partido fue el de la exministra y expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre: «Cayetana ha sido la mejor portavoz del grupo que han tenido nuestros principios y valores. Me entristece profundamente que haya dejado de serlo», lamentó en Twitter. Otro de los cariños llegó a manos de la eurodiputada Isabel Benjumea, muy cercana al expresidente Aznar y a FAES, fundación que recuperó su influencia en Génova tras el ascenso de Casado a su planta noble. En el otro lado, Amaya Fernández, presidenta del PP vasco tras la salida de Alfonso Alonso -histórico dirigente con el que Álvarez de Toledo mantuvo discrepancias en público- celebró el cambio en la portavocía al considerar que los nuevos cargos corresponden a perfiles «más moderados». 

Un premio «envenenado»

Pastor y Almeida. Junto al relevo de Álvarez de Toledo, Casado oficializará en la junta de mañana dos nuevos nombramientos. La vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, que el pasado año también había estado en las primeras quinielas para ser la portavoz parlamentaria, ve premiada su labor con el nombramiento como vicesecretaria de Política Social, haciéndose cargo de la vacante dejada por Gamarra. La gallega agradeció su ascenso y prometió «lealtad y trabajo». José Luis Martínez-Almeida asumirá el cargo de portavoz del PP, un premio que desde algún sector ven «envenenado», porque corre el riesgo de «empezar a dejar de ser el alcalde de todos los madrileños», cargo en el que se erigió en los últimos meses por su gestión de la pandemia del coronavirus.