Trudeau intenta evitar un escándalo ético que provoque la caída del Gobierno canadiense
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El dirigente está acusado de conceder un contrato a una oenegé vinculada a su familia
01 ago 2020 . Actualizado a las 10:02 h.El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, compareció ante un combativo comité parlamentario para intentar calmar la situación en un clima de tensión por el escándalo de un supuesto conflicto de intereses. El dirigente está acusado de conceder un multimillonario contrato a una oenegé muy vinculada a su propia familia, lo que podría provocar una moción de censura a su Gobierno.
«No estaba en una posición de conflicto de intereses. Me disculpé por la percepción de los lazos con mi familia. Me debería haber recusado», declaró Trudeau.
El primer ministro se enfrenta a acusaciones por conflicto de intereses debido a que su Gobierno encargó a la organización sin ánimo de lucro We Charity la gestión de un programa de becas de verano por 900 millones de dólares canadienses. La madre y el hermano del mandatario recibieron hasta 300.000 dólares en sobresueldos de esa misma oenegé, en la que trabajaba además la hija del ministro de Finanzas, investigado ahora por el comisionado para Ética.
Durante una hora y media, Trudeau tuvo que hacer frente a las preguntas de los diputados de la oposición al respecto. El primer ministro reconoció que tendría que haber rechazado la concesión pero insistió en que la organización no recibió un trato favorable por su relación con su familia.
«WE Charity no recibió ningún trato preferente. No lo recibió de mí ni de nadie», declaró Trudeau. A lo que añadió que «cuando supe que WE Charity era la organización recomendada, me resistí».
Según informa Efe, Trudeau se negó a contestar cuánto dinero ha recibido su familia de WE Charity por su participación en actos de la organización que se dedica al desarrollo de oportunidades para jóvenes. Pero medios de comunicación han señalado que la cifra en total puede rondar los 300.000 dólares canadienses (unos 224.000 dólares estadounidenses).
Con esta comparecencia, en lugar de tranquilizar el ambiente, el primer ministro agitó aún más las aguas. Los partidos de la oposición rápidamente subrayaron posibles contradicciones en el testimonio de Trudeau y de su jefa de Gabinete, Katie Telford, quien también compareció ante el comité después de la aparición del primer ministro.
Trudeau no tenía más remedio que comparecer ante los diputados del comité de Finanzas del Parlamento canadiense porque por un lado es la tercera vez que es investigado por el comisario de Ética del Parlamento por conflictos de intereses.
Pero, lo que es más importante, las encuestas señalan que el escándalo está empezando a minar su apoyo entre los electores. En las últimas elecciones, celebradas en octubre del 2019, el Partido Liberal ya perdió la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, quedando así con 156 de 338 escaños.
Hasta este momento, el resto de partidos (el Conservador, Bloque Quebequés y Nuevo Partido Democrático) no tenían interés en unas elecciones anticipadas ya que la gestión de la crisis del covid-19 había impulsado a la formación de Trudeau en las encuestas.
Sin embargo, la percepción de la ciudadanía con este escándalo está cambiando, y el partido está perdiendo apoyos, por lo que los opositores podrían convocar una moción de censura.
Una encuesta de la empresa Abacus Data dada a conocer hoy señala que los liberales en estos momentos solo tienen una ventaja de cuatro puntos porcentuales sobre los conservadores, cuando hace un mes la diferencia era de 11 puntos a favor del partido de Trudeau.
Según los datos de Abacus, un 34 % de los encuestados están dispuestos a votar a los liberales de Trudeau, mientras que un 30 % apoya a los conservadores y un 17 % al NPD. El apoyo al BQ se mantiene de forma estable entorno al 8 % en el computo nacional. Y los que aprueban la gestión del Gobierno de Trudeau ha pasado del 58 % el 20 de mayo al 44 % el 20 de julio.