Una de las «novias del Estado Islámico» derrota al Gobierno británico en los tribunales para poder volver a su casa
ACTUALIDAD
Shamima Begun huyó del Reino Unido para casarse con un yihadista en Siria y le retiraron la nacionalidad
18 jul 2020 . Actualizado a las 12:50 h.La política de mano dura contra el terrorismo islamista del Gobierno británico ha recibido un varapalo de parte de la justicia del país. Un tribunal autorizó a Shamima Begum a regresar al Reino Unido para recurrir judicialmente la decisión de las autoridades de retirarle su ciudadanía, por considerarla una amenaza a la seguridad debido a su decisión de viajar a Siria e instalarse en lo que aquel entonces era el califato de Estado Islámico (EI).
Tras afirmar que «la equidad y la justicia deben superar las preocupaciones de seguridad nacional», la corte de Apelaciones declaró que «la única forma» en que la demandante puede «tener una apelación justa y efectiva es que se le permita ingresar al Reino Unido para ejercer su apelación».
Este caso podría abrir las puertas a que se revisen otras medidas similares adoptadas en los últimos años contra alrededor 150 personas.
Begum es una de las llamadas «novias del Estado Islámico», adolescentes -en su mayoría hijas de inmigrantes musulmanes- que viajaron a Siria o Irak desde distintos países europeos para unirse al grupo terrorista. En el de caso de Begum, su periplo se inició en febrero del 2015, cuando junto a dos compañeras de estudios, tomaron un vuelo hacia Turquía, tras haberle dicho a sus padres que tenían planes para ese día.
Tras cruzar la frontera con Siria las chicas llegaron a Raqqa, la capital del autodenominado Estado Islámico, pero a los pocos meses las otras dos murieron en un bombardeo, mientras que Begum se casó con un combatiente islamista con el que tuvo tres hijos. Tanto el hombre como las criaturas también fallecieron.
En febrero del 2019, un periodista dio con la joven en un campo de refugiados y allí manifestó su deseo de regresar al Reino Unido para criar al hijo del que estaba embarazada, pero sin mostrar ningún arrepentimiento por su decisión de unirse al ISIS. Esto desató la furia de los sectores más conservadores de la prensa y del Gobierno. «No voy a poner en riesgo la vida de británicos para ir a buscar a terroristas o exterroristas», declaró el entonces secretario de Seguridad, Ben Wallace, cuando se le consultó si desde Downing Street se estaban preparando para evacuar a la chica.
Pero la cosa no quedó allí y días después el entonces ministro del Interior, Sajid Javid, le revocó la ciudadanía británica, pese a que nació en Inglaterra; y para ello le aplicó una disposición de la Ley de Nacionalidad de 1981, la cual lo faculta a tomar esta medida si «es propicio para el bien público».
El fallo conocido este jueves no ha sentado bien en Downing Street, donde anunciaron que lo recurrirán. «La prioridad es mantener la seguridad, las decisiones sobre retirar la ciudadanía a una persona no se toman a la ligera», afirmó un portavoz del Gobierno.
Sin embargo, los jueces, en previsión a las críticas por su decisión, dieron luz verde a las autoridades a detener a Begum tan pronto ponga un pie en el país, si es que tienen pruebas que les hagan sospechar que es una amenaza o que ha delinquido.
Por su parte, desde la oenegé Liberty saludaron la decisión, porque anula una medida «cruel». «Desterrar a alguien es el acto de un Gobierno que busca eludir sus responsabilidades», declaró a la prensa la abogada de la organización de derechos humanos, Katie Lines. Por lo pronto Begum ha asegurado estar dispuesta a someterse a la justicia para responder sus acciones en Siria y por lo visto está más cerca de hacerlo.