Editan los cuentos completos y una reunión de crónicas de Lorrie Moore

H. J. Porto REDACCIÓN / LA VOZ

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Retrato de la escritora Lorrie Moore, flanqueado por las portadas de la colección de crónicas periodísticas que edita Eterna Cadencia y de los cuentos completos que publica Seix Barral
Retrato de la escritora Lorrie Moore, flanqueado por las portadas de la colección de crónicas periodísticas que edita Eterna Cadencia y de los cuentos completos que publica Seix Barral

La escritora estadounidense se ha consagrado ya como un gran clásico

07 jul 2020 . Actualizado a las 09:11 h.

Con apenas 28 años, Lorrie Moore (Glens Falls, Nueva York, 1957) publicó su primer libro de cuentos, Autoayuda. Fue todo un aviso de lo que estaba por venir. Enseguida, Como la vida (1990), colección cuyo texto homónimo utilizó Richard Ford para cerrar la hermosísima e imprescindible Antología del cuento norteamericano (Galaxia Gutenberg, 2005), que, por cierto, comienza con el Rip van Winkle de Washington Irving, publicado en 1820. Después llegó Pájaros de América (1998). Y desde entonces, y debido a una sólida y tasada trayectoria, 35 años después de Autoayuda, la escritora se ha convertido en un verdadero clásico de la literatura estadounidense, cuya canonización aceleró aquella apuesta de Richard Ford. Como el creador del ya mítico personaje literario Frank Bascombe, Moore aparece así entroncada en la tradición de los hijos estadounidenses de Antón Chéjov, en la que conviven autores tan dispares como John Cheever, Richard Yates, Raymond Carver, Katherine Anne Porter, Grace Paley o Amy Hempel...

Ahora, el sello Seix Barral publica la integral de relatos cortos de Moore, que además de los tres tomos citados incluye Gracias por la compañía (2015), un verdadero regalo para el espíritu para quien guste de observar la vida íntima pasar, los avatares de unos personajes con disfunciones emocionales -cómo no- que se enredan en sus paradojas y fracasan con toda su lucidez, conscientemente. Y siempre tamizado todo con un sutil sentido del humor, en ocasiones con una deriva desoladora.

Eterna Cadencia

A ese volumen que retrata en toda su amplitud a la maestra del cuento, se suma la atención que le está dedicando el sello bonaerense Eterna Cadencia. Viene de rescatar recientemente Anagramas, su primera novela, y la que es quizá su narración larga más famosa, ¿Quién se hará cargo del hospital de ranas? -Salamandra la había editado en el 2004 bajo el título de El hospital de ranas-.

Hace unos meses Eterna Cadencia publicó además un volumen que compila una selección muy significativa de ensayos, reseñas y crónicas: A ver qué se puede hacer, y que ofrece una faceta muy relevante de la escritura de la autora neoyorquina a lo largo de más de tres decenios de actividad, diríase, de carácter periodístico. En estos textos hay de todo un poco, desde análisis de series televisivas como The Wire, Homeland, Making a Murderer y True Detective, escritores como Clarice Lispector, Eudora Welty, Updike, Philip Roth, Don DeLillo, Anaïs Nin, Margaret Atwood, Shakespeare, Amos Oz y Alice Munro, o asuntos como el affaire Bill Clinton-Monica Lewinsky, el partido republicano, las elecciones en Estados Unidos, Obama... Ah, y Moore se precia de hablar únicamente de lo que sabe.