La nueva ministra francesa de Cultura fue condenada por acusar a Nadal de doparse
06 jul 2020 . Actualizado a las 21:04 h.El presidente de Francia, Emmanuel Macron, completó este lunes la maniobra iniciada con el relevo de Edouard Philippe por Jean Castex como primer ministro con la designación de un nuevo Gobierno situado más a la derecha y con ministros de escasa popularidad que no le hagan sombra en su carrera a las elecciones presidenciales del 2022.
Hay ocho caras nuevas en un Ejecutivo formado por 30 ministros, 17 mujeres y 13 hombres. El gabinete se caracteriza por la continuidad macronista, el bajo perfil político de sus integrantes, la desaparición de algunos referentes que venían de la izquierda y la ausencia de grandes novedades, salvo el polémico abogado Éric Dupond-Moretti, que ha participado en los casos más mediáticos en Francia en los últimos años, y que será el nuevo ministro francés de Justicia.
Este letrado es muy conocido en Francia por haber defendido a políticos corruptos, al fundador de Wikileaks Julian Assange o al rey de Marruecos, Mohamed VI, al margen de participar con frecuencia en programas de televisión donde es conocido por sus arrebatos de ira.
La airada reacción de Le Pen
La primera reacción a su nombramiento fue instantánea y provino de la líder de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, quien escribió en Twitter: «En Justicia ha sido nombrado un militante de extrema izquierda que desea prohibir la RN, primer partido de la oposición. Esto promete...».
El responsable de Interior será el hasta ahora titular de Hacienda, Gérald Darmanin, un hombre procedente de la derecha y que en ocasiones ha sido comparado con el expresidente Nicolas Sarkozy, padrino político del propio Castex.
Se aguardaba algún guiño al medio ambiente, tras la irrupción de los verdes en las elecciones municipales, y la ecologista Barbara Pompilii pasará a asumir Transición Ecológica, mientras que los pesos pesados del anterior Ejecutivo, como los ministros de Exteriores, Jean-Yves Le Drian; Economía, Bruno Le Maire; o Educación, Jean-Michel Blanquer, conservan sus puestos.
Bachelot versus Nadal
Roselyne Bachelot, la exministra francesa de Deportes condenada por haber acusado en el 2016 al tenista Rafael Nadal de doparse, será la nueva ministra de Cultura.
Bachelot, que entre el 2007 y el 2010 fue la titular de Deportes bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy, fue sentenciada a pagar 10.000 euros al jugador, después de que el doce veces ganador de Roland Garros presentara una denuncia contra ella.
En marzo del 2016, en un programa de televisión, preguntaron a Bachelot sobre el positivo de la rusa Maria Sharapova, y la actual ministra de Cultura acusó al mundo del tenis de no ser transparente en la lucha contra el dopaje, al tiempo que se mostró convencida de que Nadal se dopaba.
«No desvelan los controles positivos. Simplemente, nos enteramos curiosamente de que un jugador tiene una lesión que le mantiene meses alejado de las pistas. Sabemos más o menos que la famosa lesión de Rafael Nadal que le mantuvo siete meses sin competición [entre el 2012 y el 2013] fue seguramente debida a un control positivo», aseguró entonces la nueva ministra de Cultura de Emmanuel Macron.
Aquellas palabras, que levantaron un gran escándalo en el país, le valieron una condena en el Tribunal Correccional un año más tarde.
Nadal, que por entonces contaba con diez títulos de Roland Garros en sus vitrinas, aseguró sentirse «fatigado» por las sospechas de dopaje lanzadas contra él en Francia y decidió acudir a los tribunales.
Una vez dictada la condena, el tenista aseguró que dedicaría el dinero a fines sociales.
Bachelot tiene una dilatada trayectoria ministerial. Con Jacques Chirac se ocupó de Ecología entre el 2002 y el 2004 y con Sarkozy ocupó las carteras de Salud y Deportes entre el 2007 y el 2010, cuando pasó a ser ministra de Solidaridad y Cohesión del Territorio hasta el final el mandato en el 2012.
Alejada desde entonces de la primera línea política aunque muy presente en los platós televisivos, vuelve a integrar un Gobierno para ocuparse de la cartera de Cultura, mientras que las responsabilidades de Deportes seguirán en manos de la exnadadora Roxana Maracineanu.