La excepción americana: Uruguay gana al virus sin una cuarentena obligatoria
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Al país le preocupa ahora que entre la enfermedad por la frontera con Brasil
17 jun 2020 . Actualizado a las 19:29 h.La OMS declaró la pasada semana a América Latina como la nueva zona roja del coronavirus. Países como Brasil, México, Perú y Chile han visto cómo los contagios crecían vertiginosamente en las últimas semanas. Las noticias que llegan de Uruguay, sin embargo, son mucho más positivas. La Suiza de América parece estar controlando el virus, y lo está haciendo sin haber impuesto en ningún momento el confinamiento obligatorio de la población.
Los expertos apuntan a factores sociales, como la baja densidad de población, para explicar la reducida diseminación de la pandemia, al contrario de lo sucedido en otros países de la región, pero también destacan la rápida actuación estatal.
Uruguay detectó sus primeros cuatro casos positivos el 13 de marzo. El Gobierno del centroderechista Luis Lacalle Pou, que no llevaba ni dos semanas en el cargo, decretó ese mismo día la emergencia sanitaria, suspendiendo clases, cerrando fronteras, cancelando eventos masivos y clausurando la actividad económica no esencial.
La nueva Administración también llamó a los ciudadanos a quedarse en casa voluntariamente, medida que fue seguida, en las primeras semanas, por el 90 % de los ciudadanos, según datos de la consultora Cifra. Se evitó también, como se ha intentado hacer en otros países, que los enfermos por otras patologías pisasen los centros de salud, con un sistema de emergencia prehospitalario, para prevenir contagios evitables.
Ha existido, asimismo, un importante consenso político en el Congreso en apoyo a las medidas, aunque sectores del partido opositor izquierdista Frente Amplio abogaron en un principio por el confinamiento obligatorio.
Dicha conformidad ha favorecido la responsabilidad ciudadana y el cumplimiento de medidas de seguridad y distanciamiento social. «Es muy importante para entender el camino uruguayo. El Gobierno se mantuvo alineado frente a algunas voces internas y externas y tampoco la oposición se movilizó contra las medidas. Dejó hacer y manejar la crisis, sin poner objeciones ni el palo en la rueda», comenta a La Voz Antonio Cardarello, politólogo de la Universidad de la República.
Hay datos que impresionan si se contrastan con los de la mayoría de países. Entre el 13 de marzo y el 17 de mayo murieron en Uruguay unas 4.500 personas, 1.574 menos que en el mismo período del año anterior. Es decir, en el país sudamericano ha habido menos fallecimientos en tiempos de pandemia, según datos preliminares del Ministerio de Salud Pública filtrados por el diario El Observador.
Pero los expertos animan a la población a no relajarse, ya que las cifras solo muestran la situación actual, que no es definitiva. El país está volviendo a la normalidad poco a poco, con la reactivación de la mayoría de sectores económicos, así como la reapertura de colegios, que se está realizando de forma progresiva.
De hecho, la principal preocupación en la actualidad es el avance del virus en la zona fronteriza de Brasil, donde ha atacado con fuerza y ha alcanzado cuatro regiones del estado de Río Grande do Sul, que han pasado esta semana a bandera roja.
