La consola de videojuegos híbrida fue la más demandada durante el confinamiento y ya ha vendido 55,7 millones de unidades Sony luchará con la PlayStation 5 contra el efecto Fortnite
13 jun 2020 . Actualizado a las 19:52 h.De forma callada pero inexorable, la Nintendo Switch continúa escalando puestos en el ránking de las mejores consolas de la historia. Los meses de confinamiento no han hecho sino aumentar la demanda de la máquina híbrida japonesa -consola de salón y de bolsillo en un mismo dispositivo-, que acaba de batir un nuevo récord: más de 55 millones de unidades vendidas. Con esta cifra supera las ventas globales de la N64 (32,9 millones) y la GameCube (21,7) y se acerca a la mítica NES, que despachó 61,9 millones desde su lanzamiento en 1983.
Las cifras de Nintendo en el último ejercicio, cerrado a 31 de marzo, son un reflejo de que las cosas van viento en popa en la compañía nipona: aumentó su beneficio neto un 33,3 % en el ejercicio de 2019 hasta 258.641 millones de yenes (2.300 millones de euros), gracias en buena medida a la excelente acogida de su consola Switch, cuyos objetivos de venta ya han sido sobrepasados.
En septiembre pasado se lanzó la Switch Lite, una versión más compacta e íntegramente portátil de la consola, que contribuyó a «un crecimiento significativo de las ventas de toda la familia Switch», según destacó la empresa en su informe. No obstante, reconoce que para el ejercicio 2020 habrá que tener en cuenta potenciales riesgos vinculados a la pandemia del coronavirus, como una escasez de componentes necesarios para la producción de la consola, limitaciones en las actividades comerciales o el impacto en los desarrolladores externos.
Una de las grandes fortalezas de Switch es el nutrido catálogo de juegos, que continúa creciendo. El año pasado tuvo importantes éxitos como Pokémon Espada y Pokémon Escudo (17,37 millones de unidades hasta finales de marzo) o Animal Crossing: New Horizons, que en tan solo once días (se puso a la venta el 20 de marzo) despachó 11,77 millones de copias, convirtiéndose en el mejor lanzamiento de la consola hasta ahora.
En la última presentación virtual se desveló el nuevo contenido que estará disponible próximamente para la Switch, entre el que se incluyen juegos de rol y aventuras como Bravely Default II; series clásicas como Borderlands, XCOM 2 y BioShock, que desembarcan en una consola de Nintendo por primera vez; remakes de juegos muy queridos por los fans como Burnout Paradise Remastered y Panzer Dragoon: Remake; la actualización gratuita de Ring Fit Adventure, y material descargable de pago de la serie Pokémon.
Durante el estado de alarma se han comercializado además dos nuevos títulos: Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, epílogo a uno de juegos de rol y fantasía mejor valorados por los usuarios de todos los tiempos; y 51 Worldwide Games, la mayor selección de juegos clásicos en una consola (ajedrez, dominó, billar, backgammon, shogi, go, mahjong, bolos, dardos, cartas...), que se lanzó la semana pasada.
La peculiar idiosincrasia de Nintendo, que renuncia a competir en la guerra de los gráficos de alta definición y apuesta por temáticas de juegos variadas -desde franquicias clásicas como Mario o Zelda a títulos para seniors o usuarios ocasionales-, le ha permitido sortear el terremoto que supuso en la industria la aparición de Fortnite y su modelo freemium (gratuito con compras dentro del juego).
El gran rival de la firma japonesa, Sony, espera hacer frente a los efectos del popular shooter de Epic Games con la nueva versión de su consola de sobremesa, la PlayStation 5, prevista para Navidad. Esta semana se desvelaron sus características, destacando que será «aproximadamente cien veces más rápida» que su predecesora, la PS4, para potenciar el carácter inmersivo de los juegos.
La velocidad de procesamiento es uno de los puntos en los que ha trabajado la compañía, junto a la resolución, para ofrecer una experiencia más real, según explicó el presidente y CEO de Sony Corporation, Kenichiro Yoshida. Un SSD (disco de estado sólido) de alta velocidad, diseñado específicamente para el hardware de la nueva PS5, permitirá tiempos de carga «mucho más cortos» y que los jugadores puedan moverse «a través de mundos inmensos casi al instante». La PS5 estará acompañada de un nuevo mando, con tecnología háptica y gatillos adaptativos, que ofrecerá «sensaciones realistas», e integrará una unidad de procesamiento de audio 3D.
Por su parte, Microsoft -la tercera marca en discordia- prepara también la Xbox Series X, que será compatible con títulos de todas las generaciones de la consola. Pese a estar un peldaño por debajo de sus competidoras, la firma de Redmond no quiere tirar la toalla en un mercado que factura cada año más de 120.000 millones de dólares en ventas.