La estatua erigida en Bristol a Edward Colston, un esclavista del siglo XVII, acabó en el río, el gobernador de Virignia ordena retirar la del general Lee y la efigie del rey Leopoldo II peligra en Bruselas
30 jun 2020 . Actualizado a las 12:42 h.Las protestas han desatado la guerra contra las estatuas de personajes históricos relacionados con la esclavitud o la colonización. Entre el sábado y el domingo cayeron la del general confederado Williams Carter Wickham, en Richmond (Virginia) y la del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston, en Bristol (Reino Unido). No serán las últimas. En Bélgica peligran los monumentos dedicados del rey Leopoldo II, que tras colonizar el Congo, esclavizó a la población indígena en un ambiente de violencia extrema. La deshumanización fue tal que en la Exposición Universal celebrada en Bruselas en 1958 se llevó a cabo un «zoológico humano» de hombres, mujeres y niños congoleños para diversión de los visitantes.
Los manifestantes concentrados en el parque Monroe en Richmond derribaron la estatua de Wickham, dueño de una plantación y general de caballería de la Confederación durante la guerra civil americana (1861-1865). En ese mismo parque -utilizado como hospital de campaña durante la guerra- hay otras dos estatuas dedicadas a militares confederadas, una de ellas es la del general Fitzhugh Lee, sobrino del mítico Robert E. Lee.
El general Lee
El gobernador de Virginia, Ralph Northam, ya ha ordenado retirar «lo antes posible» la del general Robert E. Lee. «La estatua lleva ahí mucho tiempo. Estaba mal antes y está mal ahora, así que la quitaremos», aseveró. Se cumple así la demanda de las protestas de agosto del 2017 en la cercana ciudad de Charlottesville, que finalizaron con la muerte de una mujer y decenas de heridos cuando un neonazi embistió con su vehículo a la multitud.
En la misma línea, el general David H. Berger, comandante de los marines, anunció la retirada de todas las banderas confederadas. «Los acontecimientos actuales son un terco recordatorio de que no basta retirar los símbolos que provocan división, sino que debemos eliminar la división en sí misma», dijo.
Al otro lado del Atlántico, en la ciudad inglesa de Bristol, la estatua de Edward Colston, esclavista que transportó a 80.000 hombres, mujeres y niños de África y motivo de polémica durante años, terminó en el fondo del río Avon, después de que los manifestantes tumbarán la estatua de bronce y la hicieran rodar por las calles. El hexacampeón mundial de Fórmula 1 Lewis Hamilton, muy activo en las protestas contra el racismo, pidió ayer a los Gobiernos de todo el mundo que eliminen las estatuas todos aquello que hicieron dinero vendiendo esclavos «¡Nuestro país honró a un hombre que vendía esclavos africanos!», publicó en las redes sociales ayer en relación a Colston. «¿Cuál es el próximo?», se preguntó.