La familia real de Mónaco tuvo que cancelar su famoso Baile de la Rosa el pasado mes de marzo por primera vez en su historia debido a la crisis del coronavirus. Nos quedamos así sin ver los vestidos que seguramente tenían ya guardados en sus vestidores las princesas más glamurosas del Mediterráneo. Ayer gran parte de la corte monegasca salió de su palacio para presidir la inauguración de un nuevo casino en el país y lo hicieron como mandan estos tiempos, todos ellos parapetados detrás de sus mascarillas. Encabezaban el acto Charlenne y el príncipe Alberto más abrazados que nunca. Los acompañaban las dos hermanas de Alberto, Carolina y Estefanía, y muchos de sus sobrinos, como ha sido el caso de Andrea y Pierre Casiraghi. Entre los grandes ausentes estaban Beatrice Borromeo, esposa de Pierre Casiraghi, y su cuñada, Carlota Casiraghi. Mientras, los hijos de Estefanía sí han acudido a esta inauguración tan importante para un país que tiene en el juego su gran motor industrial. Alberto y su mujer Charlenne también promocionaron su apoyo al movimiento Strong Together de la mano de la fundación de la princesa y que busca brindar apoyo a aquellos que lo están pasando peor en esta crisis sanitaria y económica.