Fallece a los 91 años, víctima del covid-19, Wilson Roosevelt Jerman, que trabajó en la Casa Blanca desde 1957 al 2012
22 may 2020 . Actualizado a las 20:29 h.Su imagen, a las puertas de un ascensor, mientras Barack Obama degustaba un nugget de pollo y su esposa Michelle le miraba sonriente, dio la vuelta al mundo. Parecía un infiltrado, alguien que se había colado en la instantánea en el último segundo, pero en realidad Wilson Roosevelt Jerman llevaba muchos más años como inquilino de la Casa Blanca que el entonces presidente estadounidense. Mayordomo bajo once administraciones distintas, ha muerto a los 91 años de edad de coronarivus, según informó el jueves su familia a los medios de comunicación estadounidenses.
55 años estuvo Jerman desempeñando distintas funciones en la Casa Blanca. Entró en 1957, como parte del servicio de limpieza y bajo el mandato del republicano Dwight D. Eisenhower (1953-1961), y se retiró en el 2012, cuando Obama (2009-2017) estaba al frente de la Administración y tras haber servido, nada más y nada menos, a once presidentes de la nación más poderosa del mundo. No en vano, su apasionante historia inspiró la película El mayordomo (Lee Daniels, 2013).
Poco tardó en ocupar el puesto de mayordomo, un ascenso promovido durante la presidencia de John F. Kennedy (1961-1963) por la entonces primera dama, Jacqueline Kennedy. «Jackie tenía muy buena relación con él y le ayudó a ascender a la categoría de mayordomo. Su papel fue sumamente importante para su ascenso», explicaba Jamila Garrett a Fox 5, una cadena local de Washington perteneciente a Fox News. La nieta describió a su abuelo como «un hombre genuino» y un «amante del ambiente familiar» e hizo hincapié en que su misión fue siempre «estar al servicio de los demás, sin importar quiénes eran, qué hicieron o qué necesitaban. Siempre te brindaba su ayuda».
Otra de las nietas de Jerman, Shanta Taylor Gay, comentaba a la CNN que su abuelo falleció el 16 de mayo. «Nunca -dijo a la cadena- habló de política en casa. Era tranquilo, pero severo. Muy generoso, nunca se molestó ni se quejó. Decía siempre que había vivido una vida bendecida».
No tardaron en llegar las condolencias de las familias de los presidentes estadounidenses. «Con su amabilidad y cuidado, Wilson Jerman ayudó a hacer de la Casa Blanca un hogar durante décadas para las familias presidenciales, incluida la nuestra», expresó Michelle Obama en un comunicado en el que destacó «su servicio a los demás» y su «espíritu generoso». Por su parte, una de las hijas de George W. Bush (2001-2009), Jenna, destacó que Jerman hizo que la Casa Blanca fuese como un hogar para ellos. «Lo amábamos, mi familia lo quería, y vamos a extrañarlo mucho».