Marlaska prohíbe las protestas en coche mientras crece la división entre Vox y Cs
19 may 2020 . Actualizado a las 08:16 h.Las protestas y caceroladas contra el Gobierno en las calles, que comenzaron en el barrio madrileño de Salamanca, se han extendido a diferentes barrios de la capital y a otras provincias, en las que se han registrado concentraciones similares. El Ejecutivo sin embargo, culpa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, de «convocar manifestaciones en la calle sin ninguna distancia social» y de hacerlo no con el objetivo de «reivindicar o protestar», sino con «un solo propósito: tumbar al Gobierno». El ministro de Transportes, Movilidad y agenda Urbana, José Luis Ábalos, advirtió ayer de que esas concentraciones representan un peligro para la salud y solo son legales si se respeta la distancia social de seguridad. Instó por ello a Ayuso a comportarse como una gobernante «responsable» que «tiene que estar pensando en cómo mejorar las cosas y no cómo empeorarlas».
El Gobierno cree que las concentraciones son también un intento de presionar para que Madrid pase a la fase 1 de la desescalada. Frente a las acusaciones contra la presidenta madrileña, Ábalos puso como ejemplo a Barcelona, que no ha puesto ningún «problema» y ha estado «proponiendo seguir en la fase en la que está». El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha prohibido las manifestaciones en coche que Vox había convocado para el próximo sábado 23 de mayo en las capitales de Cataluña por el «riesgo cierto de contagio» que conllevaría «una salida masiva de ciudadanos a lugares de tránsito público antes o después de subir a bordo de los vehículos». El Ejecutivo acusa de «inacción» a la Generalitat por escudarse en el estado de alarma para no pronunciarse sobre esas convocatorias.
Podemos los tacha de neonazis
Las caceroladas fueron duramente criticadas por el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique. «Que en las ‘manifestaciones' organizadas por Vox y jaleadas por Ayuso haya neonazis que publican en sus redes fotos en las que visten camisetas donde se lee ‘Adolf Hitler Tenía Razón' es una auténtica sorpresa para mí», ironizó en un mensaje publicado en Twitter.
Las protestas, sin embargo, están provocando una brecha en la capital entre Vox, que apoya sin matices las concentraciones, y Cs, que no las secunda. El partido de Santiago Abascal advirtió ayer de que no se sentará en ninguna mesa de negociación con Cs porque la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha sido «desleal con el pueblo de Madrid» al haber «dinamitado la unidad y el consenso» por lo que exigió su dimisión. Como respuesta, la vicealcaldesa acusó a Vox de «difamar y mentir» por acusarla de estar preparando una moción de censura contra el regidor de la capital, en la que el PP gobierna con Cs gracias a los votos de Vox.
El PP no asume el liderazgo de las concentraciones de protesta en Madrid y en otros puntos de España, pero las «entiende» por la «indignación» de la gente ante la gestión del Gobierno en la crisis del covid-19, según aseguró ayer le secretario general del partido, Teodoro García Egea, Los populares alertan contra el intento del Gobierno de «echar la culpa» de un rebrote del virus a los ciudadanos que se manifiestan «libremente y cumpliendo las medidas de seguridad». «¿No estará pensando en echarle la culpa a los españoles que han salido durante estos días a la calle en los horarios estipulados y en la forma estipulada por el Gobierno?», se preguntó García Egea, que criticó el «profundo odio» del Ejecutivo hacía Díaz Ayuso.