Científicos del CSIC defienden que los efectos de la sal, el viento y las altas temperaturas de la arena pueden ayudar a frenar al covid-19. La principal medida a seguir en los arenales será mantener la distancia de seguridad entre personas
07 may 2020 . Actualizado a las 19:40 h.El verano asoma a la vuelta de la esquina y dos dudas han comenzado a recorrer el país. ¿Podremos pegarnos un baño en la playa? ¿Será seguro? Según indican científicos del CSIC, la posibilidad de infectarse por el contacto con el agua, en condiciones estándar para el baño, ya sea de piscinas, playas o ríos, es muy poco probable. El director Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, incluso habló esta misma mañana sobre el asunto, afirmando que el viento en los arenales, en vez que propagar el virus, lo que haría sería diseminarlo, por lo que «hay menos riesgo de que otras personas puedan inhalar la cantidad suficiente».
Piscinas, spa y balnearios
En piscinas e instalaciones de spa, el uso de los habituales desinfectantes debería ser suficiente para contrarrestar el virus. La forma de proceder con los aerosoles que se utilizan en balnearios o instalaciones de aguas medicinales debe ser la misma que se aplica a las aguas de baño. En los casos en los que la temperatura sea elevada, como las saunas o los baños de vapor, «se espera que la supervivencia del virus se reduzca».
En el mar
En el mar, «el efecto de dilución y la presencia de sal son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares».
Ríos, lagos y pozas
Los investigadores subrayan que en ríos, lagos y pozas de agua dulce no tratada la supervivencia del virus es mayor que en piscinas y en agua salada, por lo que en estos espacios hay que extremar las precauciones y evitar las aglomeraciones. «Son los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas», añaden.
¿Y en la arena?
Por lo que respecta al comportamiento del virus en la arena, el informe apunta que no hay estudios experimentales sobre el particular. Pero existen tres factores que, combinados, favorecen la inactivación: el agua salada, las radiaciones ultravioleta y la alta temperatura que puede alcanzar la arena.
Distancia social
Para los investigadores del CSIC, las principales vías de contagio siguen siendo las mismas: las secreciones respiratorias que se generan con la tos y los esturnos, así como el contacto entre personas. «Las aglomeraciones que pueden darse en las piscinas y playas, así como los objetos de uso común pueden continuar sirviendo de mecanismo de contagio», apuntan.
Estas son las opciones que se plantean
Sanxenxo ha sido uno de los primeros concellos gallegos en explicar qué tiene previsto para que la gente pueda seguir disfrutando de sus arenales. La solución que se plantea en Silgar es dividirla en cinco secciones. Cada sector tendrá un color diferente y estará formado por cientos de cuadrículas de tres por tres metros, que se podrán abrir y ampliar en función del número de personas de la unidad familiar mediante la agregación de dos, tres o cuatro módulos. Las cuadrículas estarán formadas por estacas de madera clavadas en la arena y unidas por unas cuerdas que se podrán recolocar con facilidad en función del número de personas.
El arenal dispondrá de 780 cuadrículas por lo que su aforo oscilará entre las 1.560 y las 2.340 personas, es decir, entre un 50 y un 75 % respecto a veranos anteriores. En la zona trasera del arenal, entre la última línea de cuadrículas y el muro del paseo, se reservará otra franja de ocho metros para diferentes servicios como los baños, que se higienizarán cada hora y media, el módulo de salvamento y una zona recreativa. Para acceder a la playa se limitarán las vías de entrada a cuatro perpendiculares de seis metros de ancho y que irán desde el muro a la primera línea.
En Valencia, con código QR
La localidad de Canet d´en Berenguer también ha innovado para adaptarse a la pandemia del covid-19. En su playa, de unos 1.000 metros, se limitará el aforo a unas 5.000 personas cada día, que se deberán dividir en dos turnos, de mañana y de tarde. Sin embargo, esta no es la novedad más destacable. «El bañista, al llegar a la playa en su turno, tendrá que mostrar un código QR con la reserva y allí te indicarán el espacio del que podrás hacer uso, hasta que finalice tu tiempo», afirmó el regidor de la localidad.
Por grupos EN GERONA
En Lloret de Mar, en sus tres playas más concurridas la división será también por grupos: ancianos, familias y adultos sin niños. Según ha apuntado su regidor, Jaume Dulsat, contarán con aforo limitado y existirá un control para su acceso.
Sin mamparas en Benidorm
El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha afirmado que no instalará mamparas divisorias en las playas para fijar el distanciamiento social, como se ha planteado en otros destinos, porque, a su juicio, no es aplicable a la realidad de sus playas urbanas. Los motivos son dos: las temperaturas que se pueden llegar a alcanzar sobre la arena y el bloqueo de las corrientes de aire. Sí se controlarán los aforos para que no se registren masificaciones.