Interior fija multas de 1.500 euros para los viajes a segundas residencias
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Vuelven los controles policiales para impedir los desplazamientos de fin de semana injustificados
25 abr 2020 . Actualizado a las 19:56 h.Agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de las policías locales han vuelto a intensificar en las últimas horas los controles para evitar desplazamientos a segundas residencias con la llegada del fin de semana. Los dispositivos se centran fundamentalmente en las salidas de las ciudades para comprobar si los conductores están realizando alguno de los viajes que están autorizados en el real decreto del 14 de marzo por el que se declaró el estado de alarma en España.
Desde entonces, los desplazamientos, tanto a pie como en coche, están limitados y solo se permiten aquellos que están justificados. Las sanciones por incumplir las normas de confinamiento van de 600 a 10.000 euros en función de la gravedad, aunque un documento interno del Ministerio del Interior establece la cuantía de 1.500 euros de multa para los automovilistas que sean descubiertos intentando desplazarse a una segunda residencia.
El general jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, recordó este viernes desde la Moncloa que con la llegada del fin de semana la Guardia Civil establecerá controles para comprobar que se respetan las prohibiciones establecidas en el estado de alarma, en especial las referidas a los desplazamientos a las segundas residencias.
Las normas de la cuarentena solo autorizan los desplazamientos relacionados con el trabajo, o para acudir a centros sanitarios, o a entidades financieras, o para comprar alimentos o productos de primera necesidad. En principio, esos viajes deben realizarse de forma individual, aunque una orden posterior autoriza que en un coche vaya una persona por cada fila de asiento, siempre que el pasajero se siente en diagonal al conductor.
Cortes en autovías y autopistas
Los controles de la Guardia Civil de Tráfico incluyen también las autovías y autopistas. En el caso de Galicia hay unos cuarenta puntos fijos de control en los que se corta uno de los carriles para que los vehículos tengan que pasar a una velocidad limitada y puedan ser comprobados de forma visual por los agentes.