Detenida por hacinar a 20 personas en un restaurante y amenazarlas con pegarles el covid-19
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Les cobraba 400 euros al mes por un colchón sobre la barra del bar o bajo la campana extractora de la cocina
25 abr 2020 . Actualizado a las 10:43 h.La Policía Nacional liberó en Madrid a 20 personas que vivían confinadas y hacinadas en condiciones infrahumanas en un restaurante del barrio de San Blas. La dueña del establecimiento les había alquilado cubículos de tamaño ínfimo por 400 euros al mes y, entre otras coacciones, les amenazaba con contagiarles de covid-19 si no pagaban.
Al inspeccionar el local, cerrado por el estado de alerta, los agentes comprobaron que en su interior vivían 20 personas de varias nacionalidades (españolas, colombianas, filipinas, hondureñas, peruanas, portuguesas, venezolanas y de Bangladesh), entre ellas dos bebés de menos de un año.
Las investigaciones revelaron que, tras cesar su actividad comercial, la dueña del restaurante arrendó minúsculos espacios a personas de escasos recursos económicos, cobrando 400 euros al mes por huecos de apenas metro y medio de largo, separados entre sí por cartones o plásticos. Instaló colchones en la barra, bajo la campana extractora de la cocina y en el patio trasero. Cuando alguna de las víctimas no lograba pagar íntegro el alquiler, la trasladaba a un espacio aún más reducido, como un aseo pequeño o incluso la cámara frigorífica.
Pero las coacciones no paraban ahí. También les impedía el acceso a los suministros básicos y los amedrentaba asegurando que estaba infectada por el coronavirus, al tiempo que tosía y estornudaba sobre platos y otros enseres cuando las víctimas estaban en la hora de la comida.
Tras identificar y localizar a la propietaria del restaurante, la policía procedió a su arresto como presunta responsable de los delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, coacciones y un delito contra la salud pública. Pero además, pudieron comprobar que el propietario del inmueble conocía las prácticas ilegales que se daban en su interior, por lo que también fue detenido como presunto autor de un delito de favorecimiento de la inmigración irregular.
Las investigaciones continúan abiertas y no se descarta la existencia de más personas implicadas, ya que alguna de las víctimas se encontraba empadronada en el propio negocio de hostelería.