Celebran la recuperación de un enfermo de coronavirus con un tiroteo y lo acaban matando
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Ocurrió en Jordania, donde un hombre de 46 años recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza por parte de un primo. El accidente quedó grabado en un vídeo que puedes ver en esta noticia
25 abr 2020 . Actualizado a las 15:11 h.El lunes, Sari Salem Wardat, de 46 años, estaba contento, tras haberse recuperado de un contagio por coronavirus. En su casa en Amrawah, ciudad de Jordania situada 100 kilómetros al norte de la capital del país, Ammán, le tenían preparada una fiesta de bienvenida para festejarlo. Sin embargo, lo que parecía que iba a ser un feliz acontecimiento iba a acabar en tragedia.
El hombre llega en un coche azul a su calle, en medio de un estruendoso tiroteo de celebración. Baja del asiento del copiloto y un primo suyo, que el canal de noticias árabe Al Jazeera identifica como Ahmad Salamah Wardat, se acerca portando una pistola. En la secuencia en vídeo, que ya está circulando por las redes sociales, puede verse cómo el arma se encasquilla en un par de ocasiones antes de que Ahmad lance una ráfaga de seis disparos. Está claro que algo falla en esa arma. Los gritos para recibir al enfermo recuperado se suceden y este saluda a los presentes que han acudido a verle. Después camina hacia su domicilio y de la pistola de Ahmad sale un último tiro, que impacta en la parte posterior de la cabeza de su víctima, matándola en el acto.
Para añadir aún más ingredientes a este turbio suceso, el fallecido, Sari Salem Wardat, era un preso que había sido liberado de forma extraordinaria por el gobierno de su país para evitar la propagación del COVID-19. Fuentes policiales consultadas por Al Jazeera, señalan que la víctima era traficante de drogas y contrabandista. Su primo Ahmad, forma parte de las Fuerzas Armadas jordanas, y sus familiares señalaron al medio árabe que «no era muy brillante», en alusión a un suceso anterior en una boda en la que por el disparo de una escopeta de perdigones acabó hiriendo a seis personas. Los familiares del autor de la muerte justifican lo sucedido señalando que el tirador pensaba que no le quedaban más balas en el cargador. Otros testigos presenciales apuntan que la pistola estaba modificada y se atascaba con frecuencia. Tú, ¿cómo valoras lo sucedido?