El COVID-19 es hasta treinta veces más letal que la gripe común

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Ben Birchall

El nuevo virus también es el doble de contagioso y el número de hospitalizaciones es 20 veces más alta

16 mar 2020 . Actualizado a las 09:10 h.

Tanto el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) o la enfermedad por coronavirus del 2019 (COVID-19) se propagan de la misma manera que el virus de la influenza o gripe, a través de gotas de líquido de la nariz y de la boca de una persona infectada. Los grupos de personas más vulnerables a los efectos del coronavirus (o a la gripe), o los grupos de riesgo son, sin duda, las personas mayores, especialmente el sector de la población que supera los 60 años y que tiene problemas de salud asociados. La susceptibilidad que puede agravar la enfermedad de los infectados radica en un sistema inmune debilitado, problemas cardíacos, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas o cáncer.

Tal y como se acaba de mostrar en un estudio publicado en la revista The Lancet hace unos días, el 30 % de los pacientes hospitalizados con coronavirus eran hipertensos, el 19 % diabéticos y el 8 % padecían algún tipo de enfermedades coronarias. Las personas mayores tenían más probabilidades de morir, al igual que las que mostraban signos de sepsis o problemas de coagulación sanguínea.

Los síntomas del COVID-19 pueden variar desde asintomáticos a neumonía severa y muerte. Aunque el 80 % de los infectados por coronavirus generalmente desarrollan síntomas leves y se recuperan. No tenemos inmunidad contra el COVID-19, lo que significa que más personas son susceptibles a la infección y las consecuencias se agravarán.

Los niños que se contagian con el coronavirus tienen unos síntomas que son leves o nulos, al contrario que ocurre con la gripe. No obstante, la enfermedad se puede transmitir de alguien que esta infectado pero que no presenta síntomas. De hecho, más de una de cada diez infecciones eran de personas que tenían el virus pero que aún no se sentían enfermas. Estos números son muy peligrosos, y esta es una de las razones para quedarnos en casa.

La métrica estándar para la infección es lo que se llama el número de reproducción, o R0. En la tabla mostrada en este artículo se observa que el R0 es del 2 al 2,7, es decir, que cada persona con el coronavirus parece infectar a dos o tres personas de media, en comparación con la gripe, que es de 1,3. 

Por lo tanto, el coronavirus es el doble de contagioso que la gripe. Si el número R0 cae por debajo de uno, la enfermedad desaparecerá. Si se eleva mucho por encima de uno, la enfermedad puede propagarse rápidamente.

El coronavirus resulta mortal en el 3,4 % de los casos confirmados, frente al 0,05 a 0,1 % de la gripe estacional, aunque estos valores representan la media, y los datos varían dependiendo del grupo de edad. El COVID-19 es 30 veces más mortal que la gripe. Esto, sin duda, está asociado a la falta de antivirales y vacunas que resulten efectivas de forma consistente.

La verdadera peligrosidad de la crisis del brote del coronavirus radica en el número de hospitalizaciones, que por el coronavirus es 20 veces más alto que las derivada de la gripe. Los hospitales podrían fácilmente verse desbordados y limitarse el acceso a los que realmente requieren cuidados. La escasez de equipos y personal sanitario puede estar en peligro, y el sistema puede llegar a desbordarse. Si esto ocurre, la tasa de mortalidad aumentaría. Y esto puede evitarse cambiando la conducta social, educando en la necesidad y en el respeto a los grupos de riesgo.

Sonia Villapol es neurocientífica y profesora en el departamento de Neurocirugía del Centro de Neuroregeneración del Instituto de Investigación Methodist en Houston, y profesora de Neurociencias de la Universidad de Weill Cornell (New York).