Elizabeth Warren abandona su sueño de ser la primera presidenta de EE.UU.
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La senadora anuncia su retirada de las primarias demócratas y despeja el camino para Bernie Sanders y Joe Biden
06 mar 2020 . Actualizado a las 08:42 h.Era la candidata del «gran cambio estructural», pero con su retirada hay uno que no llegará en el 2021: el de una mujer al frente de Estados Unidos. La senadora Elizabeth Warren ha anunciado este jueves que lo deja. Lo hizo tras sus decepcionantes resultados en el supermartes. Especialmente doloroso fue su tercer puesto en Massachusetts, el estado que representa en el Senado de Washington. Se lo llevó Joe Biden, que no había puesto un pie allí durante la campaña. Le superó igualmente Bernie Sanders, el aspirante demócrata con el que Warren compartió durante toda la campaña el discurso más progresista de entre los candidatos. La base izquierdista del partido apostó por la indignación del senador, no tanto por el optimismo y pedagogía de la senadora.
La salida de Warren implica que el próximo presidente del país será un señor blanco y septuagenario. Lo que comenzó como una de las primarias más diversas de la historia (seis mujeres, un latino, un asiático, cuatro afroamericanos), termina reducido a un cara a cara entre el exvicepresidente Biden, de 77 años, y el senador Sanders, de 78. Donald Trump, que aspira a repetir mandato, cumplirá 74 el próximo mes de junio. No habrá una mujer como en el 2016, cuando lo intentó Hillary Clinton. En rueda de prensa, Warren lamentó que «habrá que esperar otros cuatro años» para que exista esa posibilidad. «Va a ser duro», confesó.
Con Biden y Sanders en una apretada competición, el impacto de la retirada de Warren puede ser limitado en número globales pero decisivo si la carrera continúa tan ajustada. Atrajo a un votante blanco con estudios universitarios (Warren fue profesora en Harvard, entre otras instituciones académicas), pero apenas un tercio de quienes votaron en las presidenciales del 2016 tenía algún tipo de estudio superior.
Dudas sobre a quién apoyará
Queda por resolver detrás de quién se pone la senadora. Preguntada, declinó dar una respuesta. «Respiremos profundamente y dediquemos un tiempo a ello», se limitó a contestar. Podría pensarse que su ideario sintoniza más con Bernie Sanders, pero Warren se distinguió de ambos aspirantes y situó su candidatura entre el progresismo del senador de Vermont y la moderación del exvicepresidente. Un espacio para el que, lamentó, no había encontrado un hueco.
En las camisetas que llevaban algunos de los seguidores de Elizabeth Warren en sus mítines se leía el lema «ella tiene un plan». Fue la campaña de los planes para todo, con más de 50 propuestas políticas reveladas por el camino, especialmente destinadas a combatir la corrupción de Washington y el poder inmenso de las multinacionales.
En el caso de Facebook, Google o Amazon, Warren propuso dividir la propiedad estas compañías para acabar con su monopolio y abuso de poder, además de para incentivar la competencia. También sugirió tasar con un impuesto de 2 céntimos por cada dólar a los más acaudalados. Con la recaudación, pretendía financiar el plan de salud pública (Medicare for All), cancelar la deuda estudiantil o crear una red de guarderías gratuitas.