Nuevo revés para Harry y Meghan: Canadá dejará de pagar su seguridad

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El príncipe Harry, con el cantante Jon Bon Jovi en el famoso paso de cebra de Abbey Road
El príncipe Harry, con el cantante Jon Bon Jovi en el famoso paso de cebra de Abbey Road Victoria Jones / PA Wire

La Policía Montada había proporcionado protección a los duques de Sussex, pero la ayuda cesará el 31 de marzo. Harry graba un tema con Jon Bon Jovi en Abbey Road.

28 feb 2020 . Actualizado a las 16:48 h.

El reloj apura la cuenta atrás para que la salida de Harry y Meghan de la familia real se haga efectiva. En este proceso, los duques de Sussex tienen que hacer frente a la progresiva pérdida de privilegios que eso acarrea. La última ha sido la decisión adoptada por el Ministerio de Seguridad Pública de Canadá para dejar de asumir los costes derivados de la seguridad de la pareja y su hijo, ahora residentes en Vancouver.

Canadá dejará de pagar a partir del 31 de marzo los costes derivados de proteger a Harry, Meghan y a su hijo, un gasto del cual el país se hizo cargo desde que llegaron en noviembre del 2019.

«A petición de la Policía Metropolitana, la Policía Montada ha estado proporcionando ayuda de forma intermitente desde la llegada del duque y la duquesa a Canadá en noviembre del 2019. La ayuda cesará en las próximas semanas con el cambio de su estatus», anunció el Ministerio de Seguridad Pública de Canadá en un comunicado enviado a la radiotelevisión pública, CBC.

Hasta ahora, Canadá había proporcionado seguridad a la pareja al disponer del estatus de personas protegidas internacionalmente, que abarca a diplomáticos, dignatarios y altos funcionarios extranjeros que se encuentren en el país de visita oficial.

Sin embargo, en las próximas semanas los duques de Sussex dejarán de tener obligaciones como miembros de la Casa Real británica, tal y como han acordado con la reina Isabel II, y no podrán emplear la palabra «real» en sus actividades, lo que acarreará también la pérdida de ese estatus.

Los costes de la estancia de los duques de Sussex en Canadá ha sido una cuestión que ha perseguido al Gobierno desde que se supo que la famosa pareja había decidido mudarse al país norteamericano. Las estimaciones del gasto en seguridad varían desde los 1,3 millones de dólares estadounidenses al año (1,1 millones de euros) a los 30 millones (27 millones de euros), según los expertos citados por Efe.

En su comunicado, el Ministerio de Seguridad Pública señaló que la decisión de los duques de Sussex de trasladarse a su territorio a tiempo parcial supuso un conjunto de «circunstancias únicas y sin precedentes» para el Gobierno.

El pasado 13 de enero, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que su Ejecutivo no había estado implicado en las decisiones sobre el futuro de los duques.

De acuerdo a una encuesta de la empresa Angus Reid, publicada el 15 de enero, la gran mayoría de los canadienses no quiere que el país asuma el coste de su seguridad. En concreto, el 73 % de los encuestados se oponía a sufragar este gasto, pese a que Isabel de Inglaterra es oficialmente la monarca de Canadá.

Ante la falta de precendentes y de comunicaciones oficiales acerca de cómo los duques de Sussex costearán su nueva vida de modo financieramente independiente, los medios británicos ya se preguntan si ahora será el Reino Unido el que tenga que asumir al 100 % la protección de la pareja en el extranjero.

Harry graba con Jon Bon Jovi en Abbey Road

Esta semana, el príncipe viajó al Reino Unido para asistir a una reunión celebrada en Edimburgo y relacionada con el turismo sostenible y allí quiso aclarar cuál es su nuevo estatus a partir de ahora: «Llamadme solo Harry», aseguró. La pareja continúa adelante con sus negocios y sus colaboraciones con causas solidarias. En su cuenta de Instagram, acaban de publicar imágenes de una colaboración musical de Harry con Jon Bon Jovi grabada en los míticos estudios de Abbey Road para los juegos Invictus.

La decisión del hijo menor de la princesa Diana y de su mujer de dar «un paso atrás» en su vínculo con la corona está ocasionando numerosos reveses para la pareja, que no parece dispuesta a retirarse sin dar la batalla. En los últimos días, la reina ha decidido que la retirada de su condición real debe impedirles también utilizar el título «royal» para sus negocios privados, como tenían previsto hacer con su empresa Sussex Royal, que ya ha registrado la propiedad intelectual de varios productos.

Por este motivo, el matrimonio emitió un duro comunicado acatando esta decisión, pero señalando el trato discriminatorio que están recibiendo en comparación con otros miembros de la familia real. «Si bien existe un precedente para que otros miembros de la familia real busquen empleo fuera de la institución, para el duque y la duquesa de Sussex se ha establecido un periodo de revisión de doce meses», señalan en los duques de Sussex en una clara alusión a sus primas, las princesas Eugenia y Beatriz de York, que compaginan sin mayores impedimentos sus ocupaciones particulares con el privilegio de pertenecer y representar a la corona británica en las grandes ocasiones.

Harry y Meghan decidieron abandonar sus obligaciones como miembros de la familia real británica, abandonar el Reino Unido y residir, al menos parcialmente, en Canadá, donde residen en una mansión en la isla de Vancouver, en la costa del Pacífico.