La organización del Festival de Viña del Mar decidió posponer las actuaciones de los concursantes de las competencias internacional y folclórica que estaban previstas para este domingo, jornada inaugural del evento
25 feb 2020 . Actualizado a las 00:35 h.Piedras, palos y cócteles molotov contra porras, gases lacrimógenos y agua a presión. El célebre festival de música chileno de Viña del Mar fue inaugurado el domingo mientras en la urbe se vivía una auténtica batalla campal entre centenares de manifestantes y las fuerzas del orden. «Sin justicia, no hay festival», gritaban quienes protestaban en las calles de la ciudad costeña, que reclaman la investigación de las violaciones de derechos humanos ocurridas durante las protestas contra el modelo económico chileno que estallaron en octubre y han dejado al menos 31 muertos.
Los enfrentamientos del fin de semana dejaron 23 policías heridos, ocho vehículos quemados y, al menos, una treintena de comercios destrozados y saqueados. La mayor tensión se vivió cuando un grupo de manifestantes atacaron el hotel O´Higgins, donde se hospedan parte de los artistas del festival, el jurado y la prensa especializada. La caída de piedras y de gases provocó la evacuación de huéspedes y trabajadores. También la Alcaldía fue objeto de ataques.
«Saben ejecutar con violencia barricadas, interrumpiendo el tránsito de los carabineros y de todas las personas. Es un atentado, pero total. Entonces no hablemos después de situaciones de derechos humanos, porque realmente atentan contra todos», dijo el general de Carabineros Hugo Zenteno. La declaración fue muy criticada en las redes sociales. El Instituto Nacional de Derechos Humanos ha denunciado torturas y abusos contra detenidos durante las protestas.
«Recuperar el orden público, esa es nuestra prioridad número uno», dijo, por su parte, el presidente, Sebastián Piñera, cuyo nivel de desaprobación supera ya el 83 %, según las encuestas.
Las autoridades esperan un incremento de las protestas en las próximas semanas. El fin del verano austral y de las vacaciones preludian un marzo caliente. Ya hay convocadas varias manifestaciones que se prevén masivas. Se producirán antes del 26 de abril, una fecha marcada en rojo en el contexto de la crisis. Ese día los chilenos decidirán en referendo si reforman la Carta Magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.