La esposa de Guillermo de Inglaterra confiesa en una entrevista sobre maternidad que a día de hoy se sigue sintiendo culpable de no poder estar todo el tiempo que le gustaría con sus hijos
16 feb 2020 . Actualizado a las 13:08 h.Que Kate Middleton no tuvo buenos embarazos, es algo conocido por todos. La Duquesa de Cambridge sufrió de hiperémesis gravídica durante los tres primeros meses de sus tres embarazos, y esto le llevó a permanecer alejada de la vida pública durante algunas temporadas. Ahora, Kate ha vuelto a demostrar que es uno de los miembros de la Familia Real Británica más abiertos a expresar sus opiniones y en una entrevista sobre maternidad ha desvelado las dificultades que tuvo durante sus embarazos. «Tuve muchas náuseas matutinas, no soy la persona más feliz cuando estoy embarazada. Fue un desafío para mí y para las personas que me rodean. William sentía que no podía hacer mucho para ayudar y es difícil ver que estás sufriendo sin poder hacer nada al respecto», explica la esposa de Guillermo de Inglaterra en una distendida charla con la escritora Giovanna Fletcher en el podcast sobre maternidad «Happy mun, happy baby». Aún así, Kate supo sacarle el lado positivo pues al enfrentarse a esta dura realidad durante la gestación, el parto no se le hizo tan complicado: «Como los embarazos fueron tan malos, me gustaron más los partos porque sabía que eso iba a terminar», explicó Kate. Además, Middleton confesó que recurrió a la meditación y a la hipnosis para hacer frente a esta dolencia: «Con la meditación, la respiración profunda y cosas por el estilo que te enseñan en el hipnoparto cuando estaba realmente mal, me di cuenta de que esto era algo de lo que podía tomar el control, supongo, durante el parto».
LA LLEGADA DEL PRÍNCIPE GEORGE FUE UN POCO «ATERRADORA»
Tres pequeños que han dado un giro radical a su vida: «Pensaba que todo volvería a ser como antes, subestimé el impacto y el cambio que esto supuso. Ninguna planificación puede prepararte para ese momento», y es que Kate no era consciente realmente de lo que iba a cambiar su vida cuando llegasen sus hijos, sobre todo el primero, el Príncipe George: «Fue un poco aterrador, no voy a mentir. Éramos conscientes de que todos estaban entusiasmados y nosotros estamos muy agradecidos por el apoyo que nos han brindado, pero tuve emociones encontradas porque éramos dos padres sin experiencia con un bebé recién nacido en brazos y estábamos llenos de incertidumbre».
Una vida como madre que intenta compaginar con su labor como Duquesa de Cambridge, aún así, Kate admitió que se siente muchas veces culpable por tener que atender sus labores profesionales y dejar a sus hijos al cuidado de otras personas: «Absolutamente me siento culpable, y cualquiera madre que diga que no, en realidad está mintiendo. Yo lo siento todo el tiempo, incluso esta mañana al venir aquí, George y Charlotte estaban como 'Mamá, ¿cómo es posible que no nos dejes en la escuela esta mañana?' Pero no, es un desafío constante y lo escuchas una y otra vez de las todas las madres, incluso de las que no trabajan».