La exigencia de lealtad total le cuesta a Johnson su primera crisis de Gobierno

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Peter Nicholls | Reuters

El titular de Economía dimite tras una remodelación que fulminó las voces críticas

14 feb 2020 . Actualizado a las 00:16 h.

Apenas dos meses después de su arrolladora victoria, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha tenido que afrontar su primera crisis de Gobierno. El motivo han sido sus deseos de acallar cualquier disidencia e imponer lealtad absoluta en el Gabinete y aun en niveles más bajos de la Administración, pero sus intenciones se toparon con el rechazo frontal del ministro de Economía, Sajid Javid, quien ayer rechazó seguir al frente del poderoso despacho de la Tesorería si el premier y su asesor especial, Dominic Cummings, despedían a sus asesores más cercanos y los reemplazaban por otros escogidos por ellos. «Ningún ministro con algo de respeto por sí mismo aceptaría esas condiciones», declaró un colaborador del dimisionario a The Guardian.

La salida de Javid tomó por sorpresa a propios y extraños, pues se daba por hecho que continuaría al frente de las cuentas públicas. En especial porque los presupuestos para el próximo ejercicio fiscal deben ser presentados al Parlamento en cuestión de días.

Sin embargo, era un rumor a sotto voce que el ya exministro y Cummings no se llevaban nada bien, en especial después de que este lograra despedir el verano pasado a la jefa de prensa de Javid, Sonia Khan, tras acusarla de filtrar a la prensa informaciones relacionadas con el brexit.

Johnson reaccionó con prontitud a la decisión de Javid y lo reemplazó por su segundo a bordo, Rishi Sunak, quien es visto por la prensa local como dispuesto a acatar totalmente con los postulados del premier.

A imagen y semejanza

La renuncia de Javid se produjo apenas minutos después de que los británicos se enterasen, a cuentagotas, del despido de otros siete ministros, algunos de los cuales fueron estrechos colaboradores de la anterior jefa de Gobierno, Theresa May, o rivalizaron con Boris Johnson en las primarias para hacerse con las riendas del Partido Conservador y con las llaves del 10 de Downing Street el verano pasado.

En el primer grupo se encuentran quienes hasta ayer se desempeñaron como secretario de Estado para Irlanda del Norte y como ministro de Transportes, Julian Smith y George Freeman, respectivamente. En el primer caso, su pasado como aliado de May pesó más que el haber contribuido al desbloqueo político en la conflictiva región, al conseguir otro pacto entre unionistas y republicanos para reactivar el Gobierno de Belfast. Por su parte, a Freeman su cercanía con la anterior primera ministra y sus posiciones moderadas parecen haberle pasado factura en el Gobierno.

Otra ministra que perdió su trabajo fue Andrea Leadsom, quien compitió contra su hasta ayer jefe por el liderato de los tories. También lo hizo —y está igualmente fuera— el fiscal general, Geoffrey Cox. Cox amenazó a Boris Johnson con renunciar el otoño pasado si este no solicitaba a Bruselas una nueva prórroga para materializar el brexit, tal y como establecía una ley aprobada por el Parlamento.

Otra señal que revela que el premier no quiere rivales ni disidentes cerca de él ha sido su decisión de ratificar a Priti Patel, Dominic Raab y Michael Gove al frente de sus despachos de Interior, Exteriores y jefe de Gabinete, respectivamente. Todos ellos son considerados incondicionales del mandatario.

Rishi Sunak, nuevo ministro de Economía del Gobierno de Boris Johnson
Rishi Sunak, nuevo ministro de Economía del Gobierno de Boris Johnson PETER NICHOLLS | REUTERS

Rishi Sunak, el sustituto de Javid se perfila como nueva estrella en ascenso en el Gabinete

Rishi Sunak es desde ayer el todopoderoso ministro de Economía y vecino del primer ministro Boris Johnson, pues tiene su despacho en el número 11 de Downing Street. Lo ha logrado antes de cumplir los 40 años y con una experiencia de un lustro como diputado y menos de tres años en cargos en el Gobierno.

Un currículo que incluye estudios de Economía en el Lincoln College de Oxford y en la universidad estadounidense de Stanford, además experiencia laboral en el banco de inversión Goldman Sachs, explica por qué este joven político, casi desconocido, aterrizó el verano pasado en la Tesorería como segundo de a bordo del dimisionario Sajid Javid. Además respaldó al premier en las primarias conservadoras.

A diferencia de Javid, Sunak no solo tiene buena sintonía con Johnson, sino también con su asesor principal, Dominic Cummings, a quien le gusta el estilo directo que usa en los medios. La prensa local dice que esta relación podría terminar ayudando al ahora ministro a convertirse en la nueva estrella del Partido Conservador y desplazar definitivamente a Javid, quien hasta ahora era considerado como la prueba de que los tories son una formación diversa y abierta. Como su predecesor, Sunak proviene de una familia de emigrantes asiáticos, en su caso india.

En los medios y en la oposición se da por hecho que Sunak no se opondrá a los planes de Johnson y Cummings de controlar Economía colocando allí a funcionarios de confianza.