Isabel II, furiosa tras enterarse por televisión de la retirada de Harry y Meghan Markle

La Voz REDACCIÓN

ACTUALIDAD

STEVE PARSONS / PRESS ASSOCIATION

La familia real se quedó perpleja ante el inesperado comunicado en el que los duques de Sussex anuncian su retirada, ya que no habría sido consensuado

13 ene 2020 . Actualizado a las 19:57 h.

La familia real británica, encabezada por la reina Isabel II, está «disgustada» tras el inesperado anuncio de la retirada de los duques de Sussex, Meghan y Enrique, que no había sido consensuado, informó este jueves la BBC. El corresponsal de realeza de la cadena pública señaló que la iniciativa de la pareja, que comunicó la noticia de «dar un paso atrás» de sus obligaciones a través de su página web sussexroyal.com, «tomó por sorpresa» al palacio de Buckingham, según Efe. 

El Palacio afirmó anoche, en su respuesta al anuncio del príncipe y la exactriz estadounidense, que, aunque se habían iniciado las conversaciones sobre el futuro de ambos, estaban «en una fase temprana». «Entendemos su deseo de tomar un enfoque diferente, pero son asuntos complicados que llevará tiempo resolver», declaró en una nota.

En su respectivo comunicado, los duques, que el pasado mayo fueron padres de su primer hijo, Archie, explican que, tras «meses de reflexión y debates internos», han decidido emprender «una transición» para forjar «un nuevo papel» más moderno dentro de la monarquía. Revelan que darán «un paso atrás» como miembros destacados de la realeza a fin de trabajar para ser «económicamente independientes», al tiempo que seguirán «apoyando totalmente» a la reina (presumiblemente en viajes o actos representativos) y a las entidades que ellos patrocinan.

Meghan y Harry, sexto en la línea de sucesión al trono, cuentan que vivirán entre el Reino Unido y América del Norte (posiblemente en Canadá, donde han pasado dos meses y ella residió cuando rodaba Suits), y adelantan que preparan el lanzamiento de una nueva organización benéfica que agrupará todos sus intereses. Además de suponer un duro golpe para la familia real, el anuncio de los duques abre una serie de interrogantes en el Reino Unido. Se debate ya, por ejemplo, cómo combinarán el doble papel de miembros de la realeza y ciudadanos privados o cuestiones logísticas como quién pagará su seguridad o si recibirán fondos públicos.

Los duques de Sussex reconocieron recientemente en un documental que lo estaban pasando mal por el acoso de los medios de comunicación y los ataques a menudo racistas contra Meghan de la prensa sensacionalista, con la que ambos mantienen pleitos en los tribunales. Desde la boda de la pareja en mayo del 2018, se ha informado además de diferencias con los duques de Cambridge, Guillermo (hermano de Enrique y segundo en la línea de sucesión) y Catalina, y los comentaristas especulaban con que los Sussex habían sido apartados por la monarquía. Entre otros detalles, llamó la atención que Isabel II no incluyera una foto de la familia de Enrique en la filmación de su tradicional mensaje de Navidad.

El príncipe Harry: «No me obligarán a jugar al juego que mató a mi madre»

Semanas antes de las Navidades, los problemas del matrimonio para lidiar con la presión de estar en el foco mediático se hicieron evidentes en un documental que emitió el canal británico ITV. «No me obligarán a jugar al juego que mató a mi madre», decía en ese programa el príncipe, hijo de Diana de Gales, fallecida en agosto de 1997 en París en un accidente de automóvil cuando le perseguían varios «paparazzi». En ese mismo documental, Meghan se sinceró con el periodista y estuvo a punto de echarse a llorar. La emotividad de la grabación hizo que la prensa británica la comparara con una famosa entrevista que ofreció Diana a la BBC en 1995, en la que habló por primera vez de forma abierta de su relación con Carlos.

La intervención de Enrique, sin embargo, no le sentó bien a su hermano mayor, Guillermo, que, según revelaron fuentes del palacio de Buckingham, estaba «furioso» tras ver la emisión, lo que avivó las especulaciones sobre las fricciones entre ambos. Con todo, Enrique se encargó de rebajar la tensión públicamente: «Somos hermanos. Siempre seremos hermanos. Ciertamente, vamos por caminos separados en este momento, pero siempre estaré ahí para él y sé que él siempre estará ahí para mí», aseguró.

Un disgusto tras otro para Isabel II

ANDY RAIN | EFE

Isabel II revive los peores momentos de su reinado. A sus 93 años, la monarca británica ha visto cómo durante el 2019 no se paraba de hablar de su nieto Harry y su mujer Meghan Markle. Todo, absolutamente todo, ha estado rodeado de polémica. Cada gesto ha sido observado con lupa hasta que terminaron explotar: denunciaron el acoso de los medios y se retiraron de la vida pública durante unas semanas, marchándose en Navidades a Estados Unidos. Y lo que hace meses parecía algo sin fundamento, parece cobrar fuerza con el paso del tiempo: podrían mudarse lejos del Reino Unido. Ni el nacimiento de su hijo Archie se libró de la controversia: hicieron lo posible para que fuese secreto y Markle pretendía dar a luz en casa. Pero la presunta infidelidad del príncipe Guillermo a Kate Middleton cuando estaba embarazada de su tercer hijo también ha dado sus quebraderos de cabeza a Isabel II. Una foto del segundo en la línea de sucesión al trono junto a Rose Hanbury provocó todo tipo de especulaciones, que el posterior divorcio de la noble no hizo más que acrecentarlas. Dicen que esa fue la causa del distanciamiento entre los dos hijos de Diana de Gales. 

Pero sí, a la monarca aún le quedaba otra gran crisis que afrontar antes de terminar el 2019. En el mes de noviembre en palacio tomaban una decisión drástica, después de que el escándalo sexual de Jeffrey Epstein (que se suicidó en prisión en verano), con menores salpicase de lleno al príncipe Andrés y lo retiraban de la vida pública. Una joven lo acusa de haberla violado, y sus exiguas explicaciones en una entrevista en la BBC que debía servir para lavar su imagen, provocaron justamente lo contrario.